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CAMPEONATOS DEL MUNDO DE ATLETISMO

Fiz y Antón, cita con la historia

Los dos españoles figuran entre los favoritos en el maratón de Atenas

Los Campeonatos del Mundo empezaron con la asombrosa explosión de los 100 metros (aunque devaluada) y terminarán con la impresionante travesía del desierto que siempre es (y hoy mucho más) el maratón. Las bombas de músculos compactos, de fibras rápidas, abrieron el gran circo del atletismo y los todoterreno diesel de músculos largos, de fibras lentas, cerrarán prácticamente el espectáculo. Por la tarde aún habrá otra explosión de los relevos y hasta de los 100 vallas femeninos; el nuevo asalto blanco (incluidos los españoles Molina y Pancorbo) al poder africano en el fondo corto de los 5.000 metros; y la última potencia del lanzamiento de disco masculino, o la elasticidad del salto de altura femenino, y la suma de ambas en el salto de pértiga, con el ucranio Sergei Bubka, aún aspirando a seguir siendo el único atleta que gana los seis títulos mundiales disputados.Pero la leyenda más profunda habrá pasado ya por la mañana. Atenas, cuna del olimpismo moderno y heredera del antiguo que tuvo su sede principal en Olimpia, es un marco demasiado profundo como para olvidarlo en una ocasión así. El maratón será hoy una prueba disputada por atletas casi del siglo XXI, con materiales y medios avanzados, pero en un escenario que a los amantes del deporte y de la histria no puede dejar de impresionarles. Se correrá por carreteras asfaltadas, entre vehículos de motor, helicópteros y televisión, pero bajo el mismo sol que a Finales del siglo XIX, en 1896, un pastor llamado Spyridon Louis ganaba el primer maratón de la era olímpica moderna. Y por un trazado similar al que recorrió el soldado Filípides antes de morir del esfuerzo para dar la noticia a los atenienses de que su pequeño ejército de 11.000 hombres había derrotado al persa seis veces superior en la batalla de Marathon. Allí comenzará la prueba, como ayer la femenina, y si en este contexto de intensidad se incluye que, al menos dos españoles, Martín Fiz, actual campeón del mundo que defiende su título, y Abel Antón, temible debutante, están entre los grandes favoritos, mucho más. Fiz, por si fuera poco su título, llega a Atenas con segunda mejor marca de todos los participantes, 2.08.05, que hizo el 2 de marzo en Ots (Japón). Sólo le ha superado el portugués Antonio Pinto, 2.07.55, no de sus principales rivales, como los otros españoles, encabezados por Antón, un sensacional reconvertido del 5.000 y 10.000, donde brilló hasta ser campeón de Europa, y que ha ganado los dos maratones que a corrido: en 2.09.15 el año pasado en Berlín, y en 2.12.37 este año en Kyonju (Corea). Y por detrás, o en medio, en todas partes, un mundo fundamentalmente africano, mexicano y brasileño que puede sacar peones ganadores en cualquier momento.

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La experiencia de la prueba femenina ayer confirmó lo que se temía. El circuito es rompepiernas, como en ciclismo, y con unas subidas en la primera parte, impresionantes. Arriesgarse a gastar fuerzas antes del kilómetro 35, por eso, parece un suicidio. Todo el trazado es cuesta arriba, desde Marathon, salvo la bajada del primer puerto de tercera, que tiene su cima en el kilómetro 17,5. Pero desde ahí aún queda lo peor, pues hay que esperar hasta uno de primera, en el kilometro 34,5. La prueba de su dureza es que está a una cota de 170 metros sobre el nivel del mar, cuando se sale a 50, la misma cota de llegada. Esa bajada deberá ser la decisiva. Pero a esas alturas, la dureza del circuito, adobado al sol, puede haber decidido muchas cosas. Se tratará de llegar ahí con fuerzas suficientes, habiendo bebido lo suficiente para evitar una deshidratacón que unida al cansancio puede producir pájaras de impresión o, como poco, calambres y fallos musculares que descarten de cualquier posibilidad de triunfo.

Martín Fiz, cuyos últimos entrenamientos han sido satifactorios, tomó buena nota del dramático final de las mujeres ayer en el maratón. Había terminado de trotar y se pasó por el estadio Panathinakos que era un auténtico horno. Pero es el horno de la gloria para el que ya ha pasado el infierno de la preparación y es sólo el último paso para recoger el premio.

La carrera de hoy puntuará para la Copa del Mundo por equipos, que se disputa paralelamente al título mundial individual. Luis Miguel Landa, el responsable de fondo, ha descartado para puntuar a Diego García, porque sufre unas molestias en el glúteo. En realidad, le da más libertad para ayudar a los demás o hacer su carrera sin presión, porque podría hasta ser medalla del campeonato, aunque no puntúe para la Copa. Landa fue claro sobre la táctica de todos: "No se puede salir a arrollar en una carrera como ésta. Hay que ir de menos a más". Esperemos que funcione.

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