277 detenidos en el País Vasco en el primer semestre del año por su participación en algaradas callejeras
La Ertzaintza detuvo a 277 personas desde enero hasta junio pasado por su intervención en algaradas callejeras, las cuales causan anualmente en Euskadi daños económicos por más de 1.000 millones de pesetas. De ellas, 44 han sido acusadas de pertenecer a los grupos Y de apoyo a ETA, según el departamento de Interior del Gobierno vasco. Estos colectivos, formados mayoritariamente por jóvenes menores de 25 años, fueron creados en 1992 por la dirección de la banda terrorista para complementar la actividad de sus comandos. Precisamente en la madrugada de ayer, varios encapuchados incendiaron una empresa de trabajo temporal en Beasain (Guipúzcoa) y un cajero automático de la BBK en Bilbao.De los 91 arrestados en los últimos 18 meses bajo la acusación de pertenecer a los grupos de apoyo a ETA, siempre según Interior, 41 ingresaron en prisión y los restantes se encuentran en libertad bajo fianza y sujetos a medidas cautelares. Entre ellos se encontraba uno estable, que operaba en Bilbao y causó pérdidas económicas por más de 400 millones.
En Vizcaya fueron arrestados además los miembros del comando Areta, a los que la Ertzaintza responsabiliza de la quema de las estaciones de tren de Areta y Llodio. En Guipúzcoa fue desarticulado un grupo de tres individuos supuestos responsables del incendio de una sucursal de la Kutxa en Pasaia que se extendió a varios pisos del edificio y causó graves intoxicaciones a tres inquilinos de avanzada edad. En Alava se ha detenido, ya en julio último, a cuatro jóvenes que protagonizaban continuamente sabotajes en Vitoria.
En Beasain, varios desconocidos incendiaron en la madrugada de ayer con cócteles mólotov una empresa de trabajo temporal causando importantes daños materiales. La explosión de las botellas de líquido inflamable ocasionó un incendio que ennegreció las paredes y destrozó parte del mobiliario. En Bilbao, un artefacto explosivo destrozó un cajero automático de la BBK en la calle Kirikiñi. Estaba compuesto por una bombona de gas y un cohete pirotécnico.
Mientras tanto, Nemesio Velasco, el edil del PNV en Oiartzun (Guipúzcoa) al que otro grupo de radicales destrozó esta semana el local de su empresa de almacenamiento, estima que le costará más de dos meses recuperar toda la información destruida.
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