El PP ofrece a CiU diálogo y consenso para garantizar la estabilidad

Un diálogo permanente, el cumplimiento de pactado y la evidencia de que hay una buena situación económica son los antídotos que el PP piensa aplicar para evitar que las ansias reivindicativa de los nacionalistas catalanes pongar en peligro la estabilidad política. En los últimos eses CiU está lanzando señales al Gobierno e José María Aznar para advertirle que el cumplimiento del pacto de investidura no es sufiente para garantizar su apoyo parlamentario más allá del acceso al euro.

Ayer, el coordinador general del PP, Ángel Acebes, dejó abierta la posibilidad de negociar con CiU la nueva fórmula de financiación autonómica que reclaman los nacionalistas (un sistema equivalente al concierto vasconavarro), aunque precisó que eso sólo será posible cuando el actual sistema (la cesión del 30% del IRPF) haya caducado, lo que no ocurrirá haste al año 2001. "Hasta ese año hay un acuerdo que debe cumplirse", declaró Acebes. Y agregó que el diálogo y el consenso es la única fórmula para resolver las diferencias.A este respecto, el portavoz adjunto de CiU, Josep Sánchez Llibre, precisó ayer que el pacto fiscal que pide su coalición no lo reclamarán "de hoy para mañana". "Somos", dijo, "una coalición seria y responsable y no plantearemos inmediatamente un nuevo sistema de financiación cuando tenemos uno acabado de aprobar".

La reclamación de un pacto fiscal entre Cataluña y el Gobierno figura, entre otras reivindicaciones nacionalistas de carácter estratégico, en las resoluciones congresuales de Unió y de Convergencia, pero ambos partidos han dejado en la ambigüedad el calendario para plantearlo, lo que les permitirá utilizarlo como bandera en el momento oportuno.

A más corto plazo, CiU se plantea objetivos más obvios: el cumplimiento completo de lo previsto en el Estatuto de Autonomía (competencias previstas que aún no han sido transferidas) y otros nuevos derivados de conquistas ya alcanzadas. Es el caso de la financiación de los Mossos d'Esquadra, sobre todo ahora que asumirán las competencias de tráfico; las políticas activas del Inem, una vez transferidas las pasivas, y el control sobre las pensiones. También en este terreno, Acebes invocó ayer al diálogo y al consenso para superar cualquier discrepancia entre el Gobierno y los partidos que le garantizan estabilidad. Josep Antoni Duran Lleida, que preside la parte catalana de la comisión mixta de traspasos Estado - Generalitat, precisó ayer que el Gobierno catalán presentará "progresivamente" al Gobierno la ejecución de todas las transferencias previstas en el Estatut pendientes de materializar.

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, aprovechó las nuevas reivindicaciones de CiU para acusar al presidente José María Aznar de cambiar hasta su idea de España, "aunque sea a la fuerza", con tal de seguir en La Moncloa. "Los que no hemos insultado nunca al señor Pujol, los que no le hemos llamado enano, los que no hemos faltado al respeto a la lengua catalana, no tendríamos que pagar los desafueros que algunos dirigentes del PP han cometido y que ahora están pagando a costa nuestra", declaró Bono.