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El respeto al cadáver

Sólo un 2% de las familias españolas permite la autopsia de un allegado

Hasta ahora había dos maneras de hacer una autopsia: la clásica -abrir el cadáver y extraer los órganos- y con punción -aspirar mediante agujas el tejido que se quiere analizar-.Estos procedimientos tienen dos problemas: en la clásica, que la inmensa mayoría de las familias españolas se niega a que hurgen en el cadáver de un allegado y lo dejen despedazado, por lo que sólo se logra practicar un 2% de autopsias de fallecidos en hospitales. Y en la punción, que deja intacto el cuerpo, la aguja va a ciegas y tiene dificultades para encontrar lo que busca.

Ahora, nuevas técnicas de diagnóstico por imagen, como la ecografía que muestra el progreso de un embarazo, han entrado en las salas de autopsias. Desde hace cuatro años el hospital Clínico de Madrid ha realizado unas 200 con el nuevo sistema. Denominado ecopsia o autopsia ecográfica, este método -que se ha presentado esta semana en el curso Autopsia: pasado, presente y futuro de la universidad Complutense, en El Escorial (Madrid)-, salva ambos obstáculos.

"Al abrir un cadáver lo suyo es que los órganos no estén en su sitio, sino desplazados unos tres centímetros por el efecto de los gases en el abdomen. Esto unido a que los órganos están superpuestos, con la punción que no ve nada es una suerte encontrar un nódulo en el hígado", relató la autora del trabajo, Juliana Fariña, catedrática y jefa del servicio de Anatomía Patológica del hospital Clínico de Madrid, autora del estudio publicado en la revista American Investigation Scientifique.

Tradición hispana

La mayor bondad de este nuevo procedimiento, según los participantes en el curso, está en que salva las resistencias de las familias españolas a que le toquen el cadáver de un prójimo. "España tiene ahí un problema gordo", advirtió Diego Reverte, presidente de la Comisión Nacional de Medicina Interna. La creencia de que el muerto sufre cuando le hurgan y unas dosis de tradición cristiana olvidan la autopsia, según los expertos."Para los españoles es una deshonra porque la resurrección de los muertos tiene que ver con el cuerpo entero, son ideas acientíficas", manifestó Reverte. En el imaginario colectivo también funciona el ideal de belleza -poco compatible con los muertos- y un carácter individualista, "al que le da igual la autopsia porque beneficia a terceros". Reverte opinó que cuanto mayor es la renta per cápita de un país más autopsias se hacen.

En cuanto a los aciertos científicos de la ecopsia -el ojo de la punción- según Fariña son: que diagnostica tumores pequeños de micrometástasis (cáncer expandido) ocultos a la autopsia clásica; encuentra nódulos o quistes hasta de un milímetro y acierta en las características microscópicas del órgano. Respecto a lo que se le pide a la autopsia -que hable sobre la causa última de la muerte- la ecopsia, frente al patrón oro que, es la clásica que acierta casi siempre, "nosotros la descubrimos en un 94% de los casos mientras que con punción sólo tiene la certeza en un 43%", dijo Fariña.

Los expertos recuerdan que una autopsia es un control de calidad: indaga y descubre hallazgos sobre nuevas enfermedades y epidemias, como el virus del Ébola, y comprueba la eficacia de nuevas técnicas de aplicación en antibióticos y quimioterapia.

Pero la autopsia también opina de sociología. El cadáver de un enfermo de sida de setenta y pico años contó cosas sobre la promiscuidad de los viejos. Y otro cuerpo de una joven de 19 años denunció lo que ocurría entre las cuatro paredes de su casa: había sido contagiada de sida por su padre que abusaba de ella desde que era una niña, según relató Isabel Guerra, patóloga del hospital Txagorritxu de Vitoria.

Ahorro

La ecocopsia contempla también el ahorro. Una autopsia tradicional dura tres horas y una ecográfica dos. "Lo que demuestra que es más barato porque el tiempo es lo más caro que hay", observó Fariña. Y para hacerla sólo se necesita un ecógrafo, es decir, unos dos millones de pesetas.Los colegas de Fariña bendijeron el invento. "El futuro de la autopsia está ahí y trataré de adaptarlo en EE UU", manifestó Sherif R. Zaki, jefe de servicio de patología molecular del National Center for Infections, de Atlanta (EE UU). "Es una idea muy buena porque la dificultad de la autopsia no es que no se encuentre nada, sino que no encuentre lo que se busque", dijo Reverte.

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