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El ingreso de aves heridas en centros de cura se dispara por las tormentas

Las tormentas veraniegas han disparado los ingresos de animales salvajes heridos, sobre todo aves como cigüeñas, vencejos y águilas, en centros de cura, según el Grupo de Recuperación de Especies y Fauna Autóctona (GREFA). Son polluelos que cayeron del nido por las lluvias y vendavales de junio y julio, y ejemplares jóvenes que se desorientaron por las tempestades perdiendo la capacidad de conseguir el alimento, con lo que se debilitaron.Ernesto Álvarez Xisto, miembro de GREFA, asegura que en lo que va de año han recibido casi tantos animales (716) como en todo 1996 (800), y atribuye este incremento al mayor número de ingresos tras las tormentas de junio y julio, informa Servimedia. "Si en los primeros meses de 1996 sólo un 1% de los animales que nos llegaban lo hacían a consecuencia de las tormentas, este ano el porcentaje se eleva por ahora al 10%", explica. Su grupo se dedica desde hace 15 años a la recuperación de animales salvajes heridos en su sede de Majadahonda (638 75 50).

"Este incremento de ingresos que hemos tenido nosotros este verano también se ha producido en el centro de recuperación de Buitrago de Lozoya, donde llevamos la gestión técnica", añade Álvarez Xisto. "Las tempestades también perjudican a los mamíferos, pero, aunque estén muy débiles o malheridos, son más difíciles de encontrar, por lo que lo que más nos han traído este verano han sido erizos", concluye.

El centro de recuperación de rapaces nocturnas Brinzal, en el albergue de la Casa de Campo, no ha experimentado un aumento de ingresos de aves por las tempestades. "Nosotros nos dedicamos en exclusiva a siete especies de rapaces nocturnas y la mayoría ya habían terminado de criar cuando arreciaron las lluvias", explica Mario, uno de los miembros de Brinzal (479 45 65). Sin embargo, en GREFA aseguran que ellos sí han recibido un buen número de mochuelos, una rapaz nocturna, este verano.

Recuperar la libertad

Son los propios ciudadanos los que llevan los animales heridos a estos centros. Allí se les cura, salvo que su estado sea terminal. Si se trata de animales jóvenes que, a consecuencia de las tormentas, han abandonado prematuramente su colonia, se los reúne con otros congéneres para que, observándolos, acaben de aprender a valerse por sí mismos. El objetivo es que recuperen la libertad.El consejo de los miembros de los centros de recuperación es que, cuando se observe en el campo a un polluelo solo, pero sin heridas y en la rama de un árbol (no en el suelo o en algún lugar peligroso), se lo deje quieto, porque los padres andarán cerca. Si el animal está dañado o en un lugar con riesgo, debe ser trasladado cuanto antes a uno de los centros de recuperación.

Ayer mismo, el centro de recuperación de Buitrago recogió un polluelo de milano real, en estado traumático tras chocar con la fachada de una casa del El Escorial, según Europa Press.

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