La explosión de Fuenlabrada se debió a emanaciones de gasolina

La Policía Nacional sospecha que la explosión del pasado lunes en el número 42 de la calle Lima de Fuenlabrada (165.000 habitantes) no fue accidental. En el almacén se han descubierto restos de gasolina. La primera hipótesis señala que las evaporaciones de ese combustible, en un local pequeño y con mucho calor, originaron un gas explosivo. Posteriormente, una chispa desencadenó el potente estallido.

En ese momento, se encontraba dentro del almacén Murad B. U., de 32 años, propietario del negocio de ropa, quien resultó herido muy grave. La detonación destrozó, además del local de ropa, una panadería, una tienda de rótulos y parte de una guardería. La onda expansiva hizo añicos ventanas, puertas y cristales del edificio de nueve plantas y de varios coches aparcados en la calle Lima.La policía lleva a cabo sus pesquisas en el entorno del propietario del almacén de ropa. Hasta dentro de unos días, no se podrá tomar declaración a Murad, quien se encuentra ingresado en el hospital Universitario de Getafe con quemaduras en la mitad de su cuerpo. La esposa del herido ha declarado a los agentes que su marido no atravesaba problemas económicos. Tampoco ha indicado que tuviese enemigos. Según la mujer, su marido posee otras dos tiendas de ropa de venta al por mayor.

En el edificio siniestrado por la explosión continuaban ayer las tareas de desescombro. Varias cuadrillas municipales se encargaron de apuntalar puertas y subsanar los desperfectos. El bloque ha recuperado la luz y se espera que hoy funcionen los teléfonos. Una decena de mujeres del Instituto Municipal de Limpieza se encargan de quitar el hollín que cubre todas las paredes y los muebles. Los efectos de la explosión alcanzaron hasta el noveno piso, donde llegaron a hacerse añicos varios cristales.