Los 'narcos' mexicanos luchan por el control de Ciudad Juárez
Tal y como se temía, la muerte de Amado Carrillo, jefe del cartel de Ciudad Juárez, ha desatado una sangrienta guerra entre las bandas mexicanas por el control de la plaza más preciada en el mapa del narcotráfico. El episodio más reciente tuvo como escenario un restaurante de esta localidad fronteriza con EE UU, donde seis personas fueron ametralladas en la noche del domingo. Desde que el capo murió hace un mes unas 25 personas han sido ejecutadas.Las autoridades mantienen en reserva la identidad de uno de los muertos, aunque parece ser un ex comandante de la policía que pasaba información a la DEA, la agencia antinarcóticos de EE UU. Según algunas versiones las víctimas estaban relacionadas con Oscar Orozco, otro antiguo jefe policial que actúa como brazo operativo del cartel de Juárez.
Nadie duda de que el crimen forma parte de la guerra que se ha desatado tras la muerte de Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, que hizo de Ciudad Juárez, la localidad más poblada del Estado de Chihuahua, el centro del narcotráfico mexicano.
Todo apunta a que Carrillo fue asesinado por su propia gente tras una operación de cirugía estética, el pasado 4 de julio. Tres días antes, en una reunión mantenida en un palenque (recinto de peleas de gallos) de Ciudad Juárez, las bandas locales rendían pleitesía a Juan José Esparragoza, El Azul, un veterano y carismático colaborador de Carrillo. El es, según las autoridades mexicanas, el nuevo jefe del imperio que controla la mayor parte de las 200 toneladas de cocaína pura que entran cada año en EE UU desde México.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.