TODAVÍA AGUANTA

El yate de la familia real británica, el Britannia, no será finalmente desguazado a finales de este año. El nuevo Gobierno laborista de Tony Blair se lo ha pensado mejor y va a modificar los planes del anterior Ejecutivo conservador de John Major de retirar el Britannia y construir un nuevo barco de recreo a la reina Isabel II. Según diversos medios de comunicación británicos, el yate (botado hace 44 años) será remozado y modernizado convenientemente para que preste servicio otros 20 años más. El arreglo costará unos 50 millones de libras 12.800 millones de pesetas), menos, en todo caso, que los 60 ó 70 millones que costaría uno nuevo al erario público. La suma será financiada por inversores privados, a los que luego se les podrá alquilar el yate por días o semanas. Además, se especula con que la familia real tenga que pagar un alquiler por utilizar la nave y contribuir a sufragar los gastos de mantenimiento. Un portavoz del palacio de Buckingham, residencia real, ha rechazado valorar la sorprendente decisión gubernamental sobre el barco que transportó, por ejemplo, al príncipe Carlos y a Diana de Gales en su luna de miel y es un pedazo de la historia sentimental de la actual familia real. "Está en manos del Gobierno y es a éste al que corresponde decidir", ha dicho. El Gobierno, por su parte, no ha desmentido ni confirmado nada oficialmente, y un portavoz del departamento del Tesoro se ha limitado a manifestar que varias soluciones "están siendo estudiadas".-