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Gobierno y PSOE coinciden en la eficacia de los juicios rápidos contra la violencia callejera

Luis R. Aizpeolea

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y el ex ministro socialista Juan Alberto Belloch se han convertido en el eje del acuerdo sobre las medidas legales contra el llamado "terrorismo de baja intensidad". Ayer, tras una reunión de una hora de duración, coincidieron en reformar el Código Penal para penalizar el delito de coacciones y amenazas. También coincidieron en que la medida más eficaz del paquete contra el terrorismo que estudian los partidos del Pacto de Madrid es la celebración de juicios rápidos. Belloch, en sintonía con Mayor, no concede importancia a las declaraciones de Xabier Arzalluz sobre el diálogo con HB y destaca que "lo importante es que el PNV está haciendo la política de exclusión de HB".

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La reunión de ayer entre Mayor Oreja y Belloch desmintió los recelos del vicepresidente político del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, sobre la actitud del PSOE ante la unidad antiterrorista. Mayor y Belloch analizaron el documento que el Gobierno ha presentado a los partidos del Pacto de Madrid para combatir el llamado "terrorismo de baja intensidad" o la violencia callejera de los grupos afines a ETA. Belloch insistió ante el ministro del Interior en la importancia y eficacia de los juicios rápidos en la Audiencia Nacional para combatir el fenómeno. Se amparó en la experiencia de juicios rápidos de la Audiencia de Barcelona que, según datos del ex ministro socialista, consiguió la reducción de los delitos en un 35%. Según la propuesta del Gobierno, los juicios podrían celebrarse en quince días.Belloch también trasladó a Mayor Oreja la conveniencia de dejar de lado el delito de apología del terrorismo, ya que una sentencia del Tribunal Constitucional permite escaso margen de maniobra al lindar con el derecho a la libertad de expresión. Sin embargo, el ex ministro socialista defendió la conveniencia de tipificar de manera conveniente el delito de coacciones y amenazas. A juicio de Mayor y Belloch, los miembros de la Mesa Nacional de HB son susceptibles de incurrir con frecuencia en ese tipo de delito. En la mente de ambos están las declaraciones del dirigente de HB, Floren Aoiz, tras la liberación de José Ortega Lara por la Guardia Civil, en las que vaticinó que "tras la borrachera, vendrá la resaca".

Dificultades técnicas

El ex ministro socialista reconoció las dificultades técnicas que tiene la reforma y no puso ninguna traba a que la efectividad de dichas medidas conlleve la reforma del Código Penal. Desde el PP existían recelos a que uno de los protagonistas principales del nuevo Código Penal, como es Belloch, estuviera dispuesto a reformarlo al poco de su aprobación.Belloch adelantó que los partidos seguirán trabajando durante el verano para solventar las dificultades técnicas. Se fijó el plazo de primeros de septiembre para que el paquete de medidas esté en condiciones de ser aprobado por el Consejo de Ministros y presentado en las Cortes. En el terreno político, existe entre el Gobierno y el PSOE "una coincidencia plena" para abordar estas cuestiones, aseguró Belloch.

Puso como ejemplo que Mayor Oreja ni siquiera ha presentado a los partidos un tema conflictivo, recogido en el programa electoral del PP, como es el cumplimiento íntegro de las penas por los terroristas. Mayor y Belloch coinciden también en la necesidad de preservar el consenso de los partidos, aunque las medidas no puedan llegar tan lejos como quisieran. Belloch llegó a manifestar que el ministro del Interior está realizando "correctamente" su trabajo.

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No obstante, Belloch ve dos riesgos a la unidad de la lucha antiterrorista. Uno, "desde quienes quieren instrumentalizar el movimiento por la paz contra el terrorismo que no es de nadie sino la demostración directa de la democracia de los ciudadanos", en alusión al Gobierno al que no citó. Otro, "desde las críticas al Gobierno en función de posibles medidas antiterroristas, que es ir en contra del pacto de Ajuria Enea", en alusión al PNV e Izquierda Unida (IU).

También se desarrolló en un clima de consenso el encuentro entre el ministro Mayor Oreja y el dirigente de Iniciative per Catalunya (IC-IU), Joan Saura. A la salida, Saura expresó su acuerdo con las medidas legales contra el terrorismo que propone el Gobierno, si bien insistió en que "cualquier medida se adopte en el seno del Pacto de Madrid".

La misma propuesta hizo al ministro del Interior la portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Congreso, Rosa Aguilar, unas hordas después, aunque añadió a la condición de la aprobación de las medidas legales por los partidos del Pacto de Madrid su sometimiento a examen de las asociaciones de jueces y fiscales antes de ser aprobadas por el Consejo de Ministros. Aguilar manifestó la receptividad del ministro a su propuesta de que no lleve al Consejo de Ministros las medidas contra el terrorismo hasta que se aprueben en el marco del Pacto de Madrid.

Aguilar se comprometió a estudiar las medidas presentadas por el ministro para combatir la violencia callejera y expresó su disposición a apoyarlas siempre y cuando no se traduzcan "en un paso atrás" en materia de los derechos de los ciudadanos.

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