Cultura recorta la ayuda al Ateneo porque "carece de proyección nacional"

No hay vuelta atrás. El Ateneo de Madrid tendrá que apañárselas para acabar el año con los exiguos cinco millones de pesetas de subvención que le ha concedido el Ministerio de Cultura, un 85% menos que esos 35 millones de ayuda de que gozó en 1996.El director general de Cooperación Cultural del ministerio, Rafael Rodríguez Ponga, confirmó ayer que la ayuda "está dada" y no tiene marcha atrás, y argumentó que la institución de la calle del Prado, 21 "carece de proyección nacional". "En España hay muchos ateneos", remachó.El Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid cuenta con la segunda mejor biblioteca de España, inmediatamente después de la Nacional, y la primera en amplitud horaria de toda Europa. Pese a todo ello, se avecinan tiempos de vacas flacas. La junta directiva había aprobado un presupuesto de 168 millones de pesetas para este año, en el que se preveía un respaldo institucional semejante al del ejercicio anterior. Los números, tras el revés del Gabinete de Esperanza Aguirre, hacen ahora agua.

Sorpresa desagradable

El restituido secretario de la institución, Juan Iglesias, se confesó consternado. "Nos abocan a una situación muy mala hasta final de año", refirió. "El 40% de las cuentas lo confiábamos a las subvenciones. Lo de Cultura ha sido una sorpresa muy desagradable de la que nos tendrán que dar explicaciones", añadió.Pero Rodríguez Ponga -cuya abuela, según confiesa, fue vicepresidenta del Ateneo- lo tiene claro. Su departamento sólo ofrece ayudas nominales, con un objetivo concreto, y la petición remitida por los ateneístas era demasiado vaga. "No nos han explicado para qué iban a destinar el dinero. Si quieren tener más suerte en 1998, que presenten un proyecto más atractivo y mejor definido".

Cultura entiende, por lo demás, que partidas como gastos de personal y obras de conservación (la sede data de 1885) deben correr exclusivamente a cargo de la cuota de los casi 4.500 socios: 4.800 pesetas al trimestre.

La crisis económica se suma así a la institucional tras estas siete últimas semanas de encarnizado enfrentamiento por el poder entre dos grupos de socios. Precisamente, Iglesias se entrevista hoy con su homólogo del otro bando, José Ignacio Benítez, en un intento de acercar posturas "por el bien de la casa". Las heridas, no obstante, siguen abiertas. Según Iglesias, algunos socios afines a la junta de gobierno piden la expulsión de los rebeldes.