Israelíes y palestinos reanudan el diálogo para rescatar el proceso de paz
Israelíes y palestinos anunciaron ayer su disposición a reanudar en los próximos días las negociaciones sobre medidas de confianza que ayuden a desbloquear el proceso de paz. En una conferencia de prensa conjunta tras entrevistarse por tercera vez en una semana, el ministro israelí de Exteriores, David Levy, y su homólogo palestino, Nabil Chaath, mostraron su voluntad de reemprender el diálogo interrumpido por la construcción de una colonia judía en Jerusalén.
Aunque "las razones que originaron el bloqueo permanecen", etal como reconoció Chaath, Levy prometió el pasado martes al presidente palestino, Yasir Arafat, con quien se reunió en Bruselas, el reinicio inmediato del trabajo de las comisiones mixtas. En total, nueve comisiones intentan desde principios de año sacar adelante las disposiciones pendientes del proceso de paz (el aeropuerto de Gaza, los presos palestinos en Israel o los desplazamientos entre Gaza y Cisjordania, entre otros).Ayuda a ese nuevo clima la decisión adoptada el pasado fin de semana por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respecto a los planes del millonario estadounidense Irving Moskowitz, para edificar 70 viviendas destinadas a una comunidad judía ortodoxa en medio de un barrio árabe de Jerusalén, al pie del Monte de los Olivos.
La primera medida del Gobierno israelí contra este proyecto ha sido adoptada por el Ministro de Interior, quien decretó ayer la congelación de la licencia municipal, con carácter provisional, en base a un recurso presentado por dos concejales de la izquierda contra el permiso de obras. Este doble recurso provocará el próximo día 5 de agosto una nueva discusión en el Ayuntamiento de Jerusalén, sobre la oportunidad legal y política de las citadas obras, lo que podría significar la suspensión definitiva de la licencia.
Por si ello no fuera suficiente, el Gobierno ha enviado al solar de Ras el Amud, donde se proyecta edificar las viviendas, a los técnicos del Departamento de Antigüedades para que estudien el terreno y emitan un dictamen sobre la posible existencia en el lugar de tumbas judías, pertenecientes al primer siglo antes de Jesucristo, lo que de ser cierto impediría, por razones religiosas, urbanísticas e históricas la realización de las obras.
Todas estas maniobras legales parecen confirmar los compromisos de Netanyahu. con la comunidad internacional, a la que aseguró que no se harán las obras.
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