Dirigentes y cargos de IU de Euskadi censuran la "ambigüedad" de la dirección ante el terrorismo

La moción de censura en Mondragón (Guipúzcoa) tras el asesinato de Miguel Angel Blanco y el acuerdo aprobado en Arrigorriaga (Vizcaya) tras el suicidio del preso de ETA Juan Carlos Hernando han hecho aflorar las tendencias críticas en Izquierda Unida (IU) del País Vasco. Veintitrés dirigentes de la coalición hicieron público ayer un comunicado en el que se censuraba la "ambigüedad" de la dirección "ante el fenómeno del terrorismo". Las críticas se ampliaron a las declaraciones de Julio Anguita en una espiral que a hecho saltar la fragilísima unidad de IU, sobre todo en materia de terrorismo.

El coordinador de IU en Euskadi, Javier Madrazo, no está preocupado por la incidencia de estos pronunciamientos críticos llegados desde varios sectores con representación en las tres provincias y descartó cualquier tipo de movimiento interno desestabilizador que pretenda forzar una asamblea extraordinaria que derribe la actual mayoría en la que Madrazo sustenta su poder desde la IV Asamblea, celebrada en diciembre de 1995.La tesis oficial, renovada ayer por boca del coordinador general en el País Vasco, asegura que IU es una organización democrática donde "es posible" que la disidencia exprese "legítimamente dentro y fuera" sus críticas a las posturas adoptadas tanto por los 13 miembros que se sientan en la Presidencia de IU o por las 60 personas que forman el Consejo Político en Euskadi. Las diferencias expresadas en la reunión ordinaria de la dirección el lunes pasado dieron pie a que un sector crítico de cargos públicos e internos -que la dirección cifra en tomo al 10%-firmara ayer un comunicado en el que se censuraba la abstención de los dos concejales de la coalición en Mondragón en la moción de censura contra el parlamentario de Herri Batasuna (HB) y alcalde de esta localidad guipuzcoana, Xabier Zubizarreta.

En esa reunión de IU se votó la conveniencia de aprobar una resolución sobre la censura al alcalde de Mondragón. La votación arrojó un siete a cinco a favor de los que defendían que "no era necesario" aprobarla "después de que la Asamblea de Mondragón había decidido ya sobre la orientación de su voto", según afirmó Madrazo.

Prueba de incomodidad

Estatutariamente, las asambleas locales son soberanas para determinar las listas electorales y las políticas de alianzas a seguir. De hecho, los concejales de IU en Mondragón ya participaron en la comisión de Gobierno junto a HB hasta que decidieron abandonarla en 1996 por discrepancias con los últimos presupuestos aprobados por el Ayuntamiento.La plasmación de las posturas críticas en el comunicado hecho público ayer no es en sí una rebelión con vocación desestabilizadora. Es una muestra de lo incómoda que resulta para algunos la política impulsada desde la dirección en materia antiterrorista. Todos los sectores que conviven en IU en el País Vasco son conscientes del encaje de bolillos que supone construir una mayoría en la coalición. La actual dirección está además tranquila porque confía en que detrás de estos pronunciamientos no se esconda una maniobra para una nueva mayoría.

Críticos de la dirección como José Luis Ainsua, la parlamentaria y miembro del Consejo Político Federal, Katy Gutiérrez, -ambos del Partido Comunista de Euskadi (PCE/EPK)- o el también diputado y comunista Julián Orella, y varios miembros del Consejo Político de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya, coinciden al calificar de ambigua la política del sector mayoritario frente al terrorismo. Entre los firmante están también el portavoz en Juntas Generales de Vizcaya, Txerna Fernández, y el dirigente Paco Doñate. El miembro de la Presidencia Federal Andoni Pérez de Ayala, íntimo amigo del coordinador general, Julio Anguita, se sumó ayer al comunicado. Este dirigente censuró las palabras de Anguita de apoyo a las decisiones de los concejales de IU en Mondragón y en Arrigorriaga.

Pérez de Ayala, miembro del PCE, indicó que en Mondragón no está en juego un programa de Gobierno, sino la plasmación de la "firmeza ante el terrorismo de ETA". El dirigente de IU avaló también las consideraciones sobre la "ambigüedad" de la actual dirección "ante el fenómeno del terrorismo y su entorno. Pérez de Ayala reconoce que hay numerosos sectores que "no están cómodos con esta línea política" y espera que el tema de la violencia "salga a relucir" en la Asamblea Federal de diciembre. "Se deben dejar las cosas claras y evitar pronunciamientos contradictorios que sólo llevan a la confusión", dijo en alusión a las "desafortunadas" declaraciones de Anguita.

Lo cierto es que Javier Madrazo sustenta su débil mayoría en una alianza con Ekaitza -un sector minoritario, que según varios dirigentes críticos consultados ha llevado a la coalición a un terreno de ambigüedad calculada y de aproximación a sectores nacionalistas radicales- y con otras sensibilidades independientes o de verdes, que están "sobrerrepresentados" en los órganos de dirección, según los críticos. Pese a todo, la tendencia al alza del apoyo electoral de IU no ha cesado desde las generales de 1993. En esos comícios, la coalición de izquierdas logró 75.572 votos, que se convirtieron en 115.805 en las generales del pasado año.