"Finesse d'esprit"

Quiero agradecer la finesse d'esprit del embajador francés que suspendió, como acto de duelo, los festivos de celebración del aniversario de la Revolución Francesa, cuyas ideas de libertad contagiaron, felizmente, las almas de los espíritus más nobles de toda la humanidad. Vea, sin embargo, en nuestra toma de la calle, hecha también un 14 de julio por el pueblo español para librarse de sus opresores, nuestro homenaje a su pueblo y a su toma de la Bastilla, que ellos y con ellos, todos, celebramos como símbolo universal del fin del poder de la violencia y de la sinrazón, que hoy sufrimos aquí con el nombre de nacionalismo.La igualdad de todos los hombres por encima de su raza y nacionalidad fue el fundamento que legitimó a la Revolución Francesa para desbordar unas fronteras que, con ella, habían perdido sentido, buscando llevar la luz de la libertad, la igualdad y la fratenidad a la aldea más perdida. Éste es el fundamento de la convivencia que sigue alumbrando Europa,

porque tantos, desde entonces, lo hemos honrado heredándolo y enseñándolo a nuestros hijos. Ese -es el espíritu que inundó todo el mundo, civilizado o no, que hace que en la Cataluña y el País Vasco franceses sus ciudadanos, hijos ilustrados del progreso, defiendan sin ambigüedades calculadas la unidad entre todos los hombres, sin que cuajen en ellos ridículas propuestas cismáticas para destruir una secular convivencia placentera que se oponen a la construcción del me jor futuro en común.

Desgraciadamente, aquende los Pirineos, dos siglos después, el espíritu universal y superior de la Revolución Francesa todavía no ha entrado en las mentes de demasiados dinosaurios políticos nacionalistas, que se, empeñan en ignorar que el jurásico es la era geológica en las que les correspondió haber desaparecido como consecuencia del progreso en la evolución de las especies.-

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