21 heridos en un atentado contra extranjeros en Alemania
Un atentado perpetrado contra un edificio en la ciudad de Essen (noroeste de Alemania), habitado en gran parte por extranjeros, dejó como saldo 21 personas heridas, en su mayoría afectadas por intoxicaciones de humo y quemaduras de diverso grado. Entre los heridos se encuentra un bebé de poco más de un año y una mujer que se fracturó las dos piernas después de tratar de escapar a las llamas saltando por una de las ventanas de la segunda planta.La policía parte de la hipótesis de que los autores del crimen le prendieron fuego a unos sofás que estaban en la segunda planta del edificio. De momento, las autoridades no ven razones para pensar en una motivación xenófoba de los hechos, ya que en el edificio no se encontraron las típicas pintadas con, esvásticas y otros símbolos nazis.
El incendio empezó alrededor de la medianoche del domingo en el edificio en donde viven cerca de cien personas, aunque sólo 60 de ellas están registradas ante las autoridades. Algunos de los habitantes del edificio intentaron salir por las ventanas para tratar de salvarse de las llamas con un salto al techo de la casa vecina.
Cuarenta personas fueron rescatadas por los bomberos y todas ellas, incluidas las que no padecían lesiones evidentes, fueron trasladadas a un hospital para ser observadas médicamente. El edificio fue desalojado por completo, y los residentes que no fueron afectados por las llamas están ahora provisionalmente alojados en un hotel de la ciudad.
Un precedente en Essen
El 2 de junio pasado tuvo lugar un caso similar en Essen cuando se incendió una casa destinada a albergar peticionarios de asilo y 12 de los 83 ocupantes del edificio sufrieron heridas leves. En aquella ocasión, el fuego se inició en la primera planta del edificio y una de las ventanas apareció rota. La policía no descartó que se tratara de un atentado pero, lo mismo que en esta ocasión, dijo carecer de indicios que le permitieran pensar en una motivación xenófoba.La mayoría de los últimos atentados relacionados con las actividades de la extrema derecha en Alemania han tenido como objetivo edificios eclesiásticos de la ciudad de Lübeck, en cuyas paredes han aparecido consignas nazis y amenazas escritas contra el pastor protestante Günter Harig, que concedió asilo eclesiástico a una familia argelina que estaba a punto de ser deportada.
La casa del escritor Günter Grass, que vive en Lübeck y se ha solidarizado repetidas veces con el pastor Harig, también ha sido objeto de pintadas extremistas. En, una entrevista publicada la, semana pasada en la revista Die Woche, Grass acusó al ministro del Interior alemán, Manfred Kainther, de propiciar la xenofobia con sus permanentes solicitudes de deportación de extranjeros. Grass acusó a la policía de proceder demasiado lentamente en las investigaciones.
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