Sonrojo
Tengo miedo de ETA, claro. Y de sus disparos en la nuca, por supuesto. Pero también de ir por la calle sin mi lazo azul prendido en la solapa. Tengo, miedo cuando cuando escucho a mis vecinos pedir que se restaure la pena de muerte, o cuando leo en el editorial de su periódico: "No se puede ser tolerante con los intolerantes ...".Tengo miedo de que los lazos azules se transformen en horcas y nos olvidemos de su misión de paz.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.