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La fuerza multinacional inicia su salida de Albania sin que haya nuevo Gobierno

Las disputas entre el todavía presidente albanés, Sali Berisha, y la mayoría opositora vencedora en las elecciones siguen bloqueando la formación de Gobierno, casi tres semanas después de la primera ronda electoral. Los socialistas (ex comunistas) y sus aliados tienen 115 diputados de un total de 155 escaños. Berisha, cuyo Partido Democrático ha sufrido una derrota aplastante, prometió que abandonaría el poder en cuanto se constituyese el nuevo Parlamento.

Mientras tanto, los primeros contingentes de la fuerza multinacional de 6.000 hombres desplegada en Albania a mediados de abril bajo los auspicios de la ONU están listos para abandonar el país balcánico. Se trata de 390 soldados rumanos, concentrados en el puerto de Durres, y 260 italianos que partirán de Valona en cuanto mejoren las condiciones del mar. El portavoz de las tropas, coronel Giovanni Bernardi, anunció el jueves que los primeros militares españoles saldrán de Albania el 22 de julio.Los socialistas albaneses acusan al presidente de estar torpedeando la formación del Legislativo, mientras los partidarios de Berisha apuntan que el jefe del partido vencedor, Fatos Nano, no debería ser primer ministro porque hace cinco años fue encarcelado por Berisha acusado de corrupción. Nano fue perdonado por el jefe del Estado en el apogeo de la insurrección civil contra Berisha, en marzo.

Pese a la presencia de las tropas extranjeras y la celebración de elecciones legislativas el 29 de junio y 6 de julio, la violencia de bandas incontroladas continúa imparable en Albania. Desatada a raíz del colapso de los fraudulentos bancos piramidales, en los que cientos de miles de personas perdieron sus escasos ahorros, sigue campeando sobre todo en el sur del país, donde el Estado prácticamente no ejerce autoridad alguna. La policía dio cuenta ayer de la muerte de diez personas en diversos incidentes, y trabajadores albaneses que retornan al país desde Grecia han denunciado el robo sistemático por bandas organizadas en cuanto cruzan la frontera.

El mediador europeo Franz Vranitzky ha advertido a los líderes políticos del país que se pongan a trabajar inmediatamente o perderán el apoyo internacional. El ex canciller austríaco expresó sus temores de que la retirada de las tropas acentúe el vacío de poder existente actualmente.

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