El Gobierno reitera que la reforma aproximará el tipo máximo del impuesto de la renta al de sociedades

El director general de Tributos, Enrique Giménez-Reyna, retomó ayer una vieja promesa electoral del Partido Popular: que el tipo marginal máximo del IRPF, situado ahora en el 56%, debe aproximarse al tipo del impuesto de sociedades, esto es, al 35%.Giménez-Reyna, que intervino ayer en un seminario en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander sobre El impuesto sobre la renta de las personas físicas. Tendencias recientes de reforma, señaló que esa aproximación entre los tipos de ambos impuestos está contemplada en el proyecto de modificación fiscal que maneja el Gobierno.

El nuevo IRPF deberá entrar en vigor el 1 de enero de l 999, y afectará por tanto a las rentas declaradas en la campaña del año siguiente. La Dirección General de Tributos considera que la diferencia actual de tipos provoca "distorsiones", al optar muchos contribuyentes por abonar como impuesto de sociedades lo que deberían declarar como renta de las personas físicas.

Giménez-Reyna anunció también "una reconsideración de la tarifa, para que ésta sea más moderada y atienda a la evolución de la inflación" y abogó por un mínimo exento "realista y actualizado". No especificó si esto último se llevará a cabo mediante una modificación de las retenciones actuales, por un sistema de declaraciones previas o por otro mecanismo. El mínimo exento es ahora de 1,1 millones de pesetas.

Deducciones

El director general descartó que se vayan a eliminar las deducciones por vivienda. En referencia a los servicios sanitarios, señaló: "Habría que considerar la posibilidad de gravar determinados servicios no esenciales, gravando sólo a los usuarios de esos servicios para una mejor redistribución de la carga sanitaria".Algunas medidas serán ya introducidas en 1998, "un año detránsito", según Giménez-Reyna. Entre ellas estará una mejora de la fiscalidad de las pequeñas y medianas empresas que aumente su competitividad. También algunas medidas para reformar los sistemas complementarios de previsión y de pensiones.

Giménez-Reyna señaló, además, que la reforma debe "reducir las cargas del trabajo" e impulsar "la contribución generalizada de todos los españoles". Respecto a esto último, citó la eliminación de las bolsas de fraude y anunció estímulos para un .mayor "cumplimiento espontáneo por los ciudadanos". El sistema, según él, debe evolucionar "desde la represión hacia la prevención".