Novela policiaca de cuarta

La ves fumar en la barandilla de la entreplanta con sus uñas largas pintadas color rojo, minifalda roja, chaquetilla entallada blanca, zapatos de charol y bolso a juego y piensas en una novela negra de baja calidad. Carmen Aladren, intermediaria de negocios inmobiliarios, declaró ante el juez Moreiras que fue Lorenzo Pericats quien le dio dos talones del Banco de Comercio de un millón de pesetas cada uno. Eran parte de los cheques que se canjearon por los 44 millones.El testimonio de Aladren fue solicitado cuando la policía judicial halló la pista, como en las películas, de dos talones. Ayer, no se acordaba de nada. Sus declaraciones ante Moreiras fueron, dijo, producto de la presión que sintió, puesto que el magistrado la interrogó "a gritos". El fiscal, al sospechar que sus argumentos eran amañados, le preguntó si había recibido indicación sobre lo que debía decir "hace algunos meses, días u horas". Dijo que no. Y el periodista que vio a la dama hablando minutos antes de iniciarse el juicio con Pericats, le espetó:

-Carmen, no te han creído ni media palabra.

-No me importa nada, respondió.

Tiró la colilla y se fue con su amigo Pericats.