La sala rechaza la nulidad y Garro incurre en contradicciones al abrirse el juicio por Publitax

El tribunal de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Madrid rechazó ayer la petición de la defensa de Fernando Garro, ex director general de Banesto, de suspender el juicio y devolver al Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional las actuaciones del caso Publitax, en el que el citado banco pagó dos facturas falsas por valor de 44,8 millones de pesetas en marzo de 1991. Ayer, al abrirse el juicio oral, en el que se piden siete años de prisión por presuntos delitos de apropiación indebida y falsedad en documento mercantil para Garro y Lorenzo Pericats, el ex director general de Banesto, firmante de las dos facturas, incurrió en varias contradicciones.

Javier Sáenz de Pipaón, abogado de Garro, logró el 3 de marzo de 1997 que el tribunal de la Audiencia Nacional se inhibiera en favor de la Audiencia Provincial de Madrid, por considerar que dada la cuantía y las características de la operación ésta era la jurisdicción más apropiada. Sin embargo, como en una partida de tenis, una vez que la bola se encontraba en Madrid, Sáenz de Pipaón pidió ayer, antes de iniciarse el juicio, su devolución al juzgado de la Audiencia Nacional por defectos de instrucción y argumentó diversas razones de nulidad.El tribunal, presidido por el magistrado Guevara e integrado por el ponente Carlos Ollero y la magistrada Pilar Abad, tras escuchar la oposición directa del fiscal, Fernando Burgos, a cargo de la fiscalía del distrito sur de Madrid, pidió unos minutos para decidir. La defensa de Garro tenía esperanzas en una suspensión. Pero no. El tribunal decidió rechazar los argumentos e inició el juicio.

Pericats, uno de los acusados de crear y presentar a Banesto las dos facturas falsas a nombre de Publitax, rechazó tener que ver con el hecho. La vinculación de Pericats se pudo establecer a través de dos hechos. El primero es la declaración de Paulino Elorriaga, socio de Publitax. Elorriaga confesó ante el juez Moreiras que facilitó a Pericats y a su socio Ciriaco Bedinare Chacón, dos folios con membretes y que les cobró por el favor 800.000 pesetas. Le pagaron con un cheque de Banesto en el Banco de Comercio, sucursal Cea Bermúdez, de Madrid. En esa sucursal se cambiaron los talones de Banesto por 44,8 millones por cheques del Comercio. Así, se emitieron - 38 talones de un millón cada uno, dos por valor de dos millones cada uno y otros dos de 600.000 cada uno. El resto, 800.000, se lo repartieron Elorriaga, Pericats y Bedmare.

Garro reconoció haber firmado las facturas como director general [en aquel momento la di rección general se llamaba de Servicios e Inmobiliario], pero advirtió que su firma era "formal", ya que no le correspondía conocer el contenido. La factura, según dijo Garro al juez Moreiras el 12 de octubre de 1995, se la presentó el entonces director regional de Caraluña, José Maña Xercavins. Ayer, señaló que había dicho eso bajo presión de un auto de prisión de Moreiras.

El fiscal Burgos le preguntó si nunca le llamó la atención que desde Cataluña se presentaran dos facturas por un "informe sobre la repercusión de la crisis del Golfo en el sector de la construcción e imnobiliario del área metropolitana de Madrid". Garro, que explicó que su función como presidente del comité de compras era velar por los gastos, dijo que no era su función entrar en el contenido de las facturas.