Soros compra Argentina

Afectado por una persistente fiebre gaucha, el magnate George Soros compra Argentina a marchas forzadas. Más modestos, Ted Turner y Jane Fonda compraron en la Patagonia una estancia de 4.400 hectáreas; el italiano Luciano Benetton, otras tres con 137.000 hectáreas; algunos empresarios, políticos o banqueros españoles se hicieron también con su finquita, y el consorcio minero Nettis Impianti compró un pueblo de la precordillera riojana y 350.000 hectáreas un dólar cada una. Soros es otra cosa. Ya es el primer ganadero argentino, agranda un latifundio de más de 400.000, y compro metió inversiones por unos 400 millones de dólares (58.400 millones de pesetas). La última adquisición del financiero húngaro-estadounidense de 66 años se concretó este viernes: el terreno de la antigua Ciudad Deportiva del club de fútbol Boca Junior, frente al puerto de Buenos Aires. Pagó 61,5.millones de dólares, 10 más de su oferta inicial."A veces me imagino que estalla una revolución en Estados Unidos y nos quedamos a vivir acá", comentó Jane Fonda, hace dos meses, en el porche de su estancia La Primavera. "Además me encanta el mate". A Soros, cuyas especulaciones de hace cinco años contribuyeron a la devaluación de la libra esterlina, y le reportaron 1.000 millones de dólares, le encanta otra cosa: la multiplicación de los panes y los peces. Su operación más reciente fue negocia da con la firma Santa María del Plata, propietaria del solar de 71,5 hectáreas adquirido al Boca en 1991 por 22 millones de dólares. En ese tramo de la Costanera Sur capitalina, ese grupo proyectó construir un moderno complejo deportivo, invirtiendo 150 millones para construir unas instalaciones capaces de alojar hasta 16.000 atletas. Soros, a quien se le atribuye una fortuna personal superior a los 2.000 millones de dólares, pretende de momento levantar allí un nuevo lugar de moda, un Puerto Madero II, a doblón el metro cuadrado. Santa María del Plata apostaba por la designación de Buenos Aires como sede de los Juegos Olímpicos del 2004, y su proyecto incluía la construcción de 3.200 viviendas sobre una superficie de 260.000 metros cuadrados.

George Soros tiene inversiones en Venezuela, México, Brasil y Chile, escruta Perú, Paraguay y Ecuador, y va a por todas en Argentina, cuya economía dependió durante décadas del ganado y los cereales. A principios de este mismo mes, el agresivo rey Midas de las finanzas sorprendió a la Bolsa de Comercio con el anuncio de la compra de 50.000 hectáreas, incluidas casi 88.000 reses, a la firma estadounidense Swift-Armour. Desembolsó 25 millones de dólares por 30.350 hectáreas de la finca El Nacurutu, en la provincia central de Santa Fe, y por 20.832 de La Tapenaga en el Chaco, fronterizo con Bolivia. El lote se acompañaba de las 87.093 cabezas de ganado bovino y 1.640 equinos que pastan en ambos establecimientos.

El rebaño y terrenos adquiridos por Soros lo convirtieron en el primer ganadero argentino: 400.000 hectáreas y 170.000 vacunos, materia prima. suficiente para emprender ambiciosos negocios cárnicos. Sus propiedades se localizan en las provincias de Salta, Catamarca, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Chaco, y arrienda campos en Corrientes, Santiago del Estero y La Pampa.Además de la producción ganadera, las inversiones de Soros, efectuadas a través de su inmobiliaria Cresud, se dirigieron hacia la producción de granos (trigo, maíz, girasol y soja) y leche. "El sector ganadero representaba el 24% de las ventas de la companía, y este año crecerá del 25% al 30% del total", explicó el directivo de Cresud, Alejandro Alstain. El financiero, adherido al pensamiento del filósofo Karl Popper, ferroviario y viajante de comercio para costearse la carrera en la Escuela de Economía de Londres invertirá más en este extenso país suramericano porque piensa que el mercado de la carne reportará buenos dividendos "No esperamos tanto del europeo, que creemos que incluso puede reducirse", señaló Alstain.

Soros y su equipo desembarcaron en Argentina en 1994 con una capitalización bursátil de 20 millones de dólares, que trepó a los 400 millones. Con varias de sus compañías compró bienes raíces, hoteles, oficinas, las Galerías Pacíficos y varios shoppings del adinerado barrio norte porteño.