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BARCELONA

¡Torero!

Ese epíteto admirativo de Torero, que tantas veces se regala gratuitamente, incluso a quienes ejercen actividades que nada tienen que ver con la tauromaquia, ayer se aplicó con toda justicia y entusiasta unanimidad. Fue a César Rincón, el gran maestro colombiano, que volvió a estar realmente heroico con un toro nada fácil de alcurrucén, al que plantó cara y desengañó con indudable mérito, valor y torería. El toro pedía una muleta que le sometiese y asumiese riesgos. La encontró en Rincón, que le administró una prodigiosa serie con la diestra en los medios, ligando los muletazos, citando, de lejos y con la mano muy baja. Otra serie igual y el toro se le rajó, refugiándose en tablas. Pues allí también lo toreó Rincón admirablemente con la zurda y remató el muleteo con unos toreros ayudados por bajo. Era faena de dos orejas, pero1a espada se le negó. Tres pinchazos y cuatro descabellos. La impresión de la faena fue tan grande que la vuelta al ruedo resultó verdaderamente triunfal, esmaltada por los gritos de ¡Torero, Torero!En su primero, Rincón se encontró con una res con molesto gazapeo, mostrando gran voluntad y hasta robándole algunos muletados de mérito. La corrida comenzó a torcerse por la poca presencia del segundo de la tarde, justamente protestado. Barrera, que se presentaba como matador de toros, tuvo el mérito de sobreponerse a las protestas y hacer una bonita y quieta faena, que estropeó con la espada y el descabello. El quinto mostró poder en varas, pero llegó con problemas a la muleta de un Barrera no especialmente decidido.

Alcurrucén / Rincón, Barrera, Tomás

Cinco toros de Alcurrucén y uno (lº) de Miranda, de poco juego, pobres de cabeza y algunos sin trapío. César Rincón, aplausos y aviso con vuelta al ruedo. Vicente Barrera, dos avisos con silencio y silencio. José Tomás, aviso con ovación y aviso con ovación. Plaza Monumental. Media Entrada. Barcelona, 13 de julio

José Tomás toreó muy de verdad y dio algunos muletazos preciosos en sus dos toros. Sin embargo, esos terrenos comprometidos que pisa no son siempre los apropiados, sobre todo si los toros que tiene delante necesitan mayor respiro. Tuvo un mal lote, pero estuvo decidido, toreando muy bien con el capote y muleteando casi siempre en los medios. Causó una buena impresión.

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