Europa habla de seguridad y los países árabes de prosperidad compartida en el V Foro Méditerraneo
Argel as dos orillas mediterráneas no se entienden. Una, la europea, habla de seguridad, de estabillidad y de diálogo político; la otra, la del sur, habla de economía, de inversiones, de "prosperidad compartida". El V Foro Mediterráneo, una reunión informal, sin agenda previa, a la que asistieron 11 países ribereños, constató las dificultades del diálogo la necesidad de recuperar el espíritu de la Conferencia de Barcelona.
De los europeos, Francia e Italia, estuvieron representados por sus ministros de Exteriores, mientras que Portugal, Grecia y España, los fueron por sus secretarios de Estado. Turquía, Túnez, Egipto, Malta y Argelia estuvieron representadas al máximo nivel ministerial, mientras que Marruecos envió a su embajador. El secretario de estado español, Ramón de Miguel, ofreció la candidatura de España a la próxima reunión.La prensa argelina saludó con un éxito la celebración misma de este foro informal, la primera reunión- internacional que se desarrolla en Argel desde el comienzo de la insurreción integrista en 1992. Las estrictas medidas de seguridad que rodearon la conferencia y el movimiento de las delegaciones extranjeras demuestra que el conflicto está lejos de haber sido resuelto, pese a la contundencia y ferocidad de los métodos que están empleado ambos bandos. Nadie, sin embargo, hizo referencia alguna a la gestión para frenar la carnicería, tal vez por miedo a desairar a los anfitriones, muy celosos de cualquier injerencia.
lndisposión de Matutes
El ministro de Exteriores, Abel Matutes, suspendió su asistencia en el último momento, víctima de una ligera indisposición ajena totalmente a su lesión cardiaca, según aseguró el portavoz de Exteriores, Inocencio Arias. El secretario de Estado, Ramón de Miguel, que se entrevistó con el presidente de la República, Ziamin Zerual, invitó al ministro de Exteriores, Ahmed Attaf, a visitar Madrid a finales de mes.Si las dificultades en el diálogo entre las dos orillas de Mediterráneo son grandes, entre los propios países del sur la situación no parece que sea excelente. Fuentes diplomáticas señalaron que además del bajo nivel de representación de Marruecos en la reunión -sólo estaba el embajador acreditado en Argel-, el representante marroquí no intervino ni una sola vez durante las sesiones, ni siquiera para agradecer protocolariamente la hospitaliad argelina en la clausura.
Las tensas relaciones entre Argel y Rabat no son una secreto, aunque se desconoce el origen del enfriamiento de los últimos meses. Algunas fuentes apuntan a las negociaciones sobre el Sáhara que desarrolla el ex secretario de Estado norteamericano, James Baker, como representante del secretario general de la ONU, entre Marruecos y el Frente Polisario. Aunque Argel no es parte directa en el conflicto, su influencia en el movimiento saharaui es bien conocida.
La gran estrella de la reunión, celebrada en una suntuosa residencia para altos cargos militares colgada sobre la bahía de Argel, fue el nuevo ministro francés de Exteriores, Hubert Vedrine, dada las delicada situación de las relaciones. El Partido Socialista francés, antes de ganar las elecciones había exigido una mayor firmeza frente a la sistemática violación de los derechos humanos que se produce en Argelia, y abogaba por una vía de diálogo para poner fin al conflicto que asola Argelia.
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