El director de la Agencia Antidroga, dimite tras las críticas a su gestión
El director de la Agencia Antidroga de la Comunidad, Alejandro Martín Carrero, presentó ayer su dimisión, según dos fuentes gubernamentales y otra del PP. La renuncia, que ha sido aceptada por la consejera de Sanidad, Rosa Posada, no es ajena, siempre según dichas fuentes, a las críticas que recibió Martín Carrero el mes pasado por su actuación durante el cerco policial a los poblados marginales. Esta operación dejó sin droga a cientos de toxicómanos, quienes, desesperados, no recibieron ayuda asistencial suficiente, lo que abocó en violentos enfrentamientos con la policía.
Apoyado por el Partido Popular, Alejandro Martín Carrero, médico procedente de la escala técnica del Ejército, empezó- su andadura en 1995 como coordinador del Plan Regional sobre Drogas de la Comunidad. Nada más estrenar el cargo, Martín Carrero reconoció la escasez dé programas de metadona para los toxicómanos -en la región hay 40.000 drogodependientes- y pidió la creación de 5.000 nuevas plazas para estos servicios. Con este objetivo, recortó en un 25% los presupuestos de los centros de día de Móstoles,San Blas, Tetuán y Usera.Esta medida le granjeó la enemistad de la ex consejera de Servicios Sociales, la socialista Elena Vázquez, quien desde entonces exigió reiteradamente a los dirigentes del PP que le apartarán del cargo.
El trabajo de Martín Carrero recibió un nuevo impulso cuando esta primavera fue nombrado gerente de la Agencia Antidroga, un organismo al que el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, dotó de poderes especiales para coordinar los recursos de las tres administraciones (central, regional y municipal) destinados a los programa! sobre drogas.Tras una gestión sin sobresaltos, la prueba de fuego de esta agencia, que preside la consejera de Sanidad, Rosa Posada, llegó el mes pasado con el cerco policial a los poblados marginales del sur de Madrid.
Del 9 al 15 de junio, los agentes obstaculizaron la entrada de los toxicómanos a estos puntos de venta de droga. Esta acción sostenida- provocó la desesperación de los drogodependientes, quienes de la noche a la mañana se quedaron sin posibilidad de adquirir sus dosis. Presos del síndrome de abstinencia, los afectados formaban largas colas ante los agentes que custodiaban los poblados.
Problemas crecientes
El delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, anunció la puesta en marcha de un dispositivo asistencial para los toxicómanos y se dirigió a la Agencia, Antidroga para que desplegase a sus efectivos y que coordinase urgentemente la atención a los afectados.La respuesta de la agencia, sin embargo, no consiguió acabar con el problema. La madrugada del 13 de junio, el poblado de La Celsa se convirtió en escenario de un violentísimo enfrentamiento entre la policía que custodiaba el enclave y los toxicómanos que intentaron forzar el cerco para conseguir droga.
En este contexto, el primer teniente de alcalde de Madrid, José Ignacio Echeverría, aseguró que las medidas asistenciales adoptadas habían sido insuficientes. Esta postura, que defendía el trabajo policial pero que dejaba sin valorar la labor de la Agencia Antidroga, se extendió rápidamente entre los dirigentes del PP, según fuentes regionales. Fruto de esta quiebra en la confianza política y de los recientes ataques lanza dos desde organismos no gubernamentales, Martín Carrero solicitó ayer de la consejera de Sanidad un respaldo público a su labor (ha conseguido 2.400 plazas de metadona y un convenio para otras 1.500); petición que acompañó con su arta de dimisión. La consejera le respondió aceptando el cese, según las citadas fuentes.
Este periódico trató ayer sin éxito de recabar la versión tanto de Martín Carrero como de Posada. Pese a los reiterados intentos, no hubo respuesta oficial, aunque en los despachos de los dirigentes del PP se daba por consumada la crisis.
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