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La Fundación Hispano Cubana prepara su reorientación para el próximo otoño

La Fundación Hispano Cubana registrará una refundación el próximo otoño para reorientarse hacia la difusión de la realidad cubana en España y ofrecer apoyo a los disidentes en la isla y auxilio a los que decidan abandonarla. Su presidente, Alberto Recarte, de 50 años, economista, considera que es necesario dar un giro a las actividades de una entidad que nació, hace apenas un año, con una gran carga política por la presencia en su patronato de dos destacados dirigentes del exilio cubano: Carlos Alberto Montaner, presidente de la Unión Liberal Cubana, y Jorge Mas Canosa, presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana. La salida de ambos, por diferencias entre sí en su pugna por dirigir la oposición cubana, servirá para impulsar el cambio.Esta prioritaria labor de información y auxilio a los disidentes cubanos en la isla quiere quedar reflejada con el anuncio de la incorporación a la fundación de Raúl Rivero Castañeda, director de la Agencia de Noticias Independiente Cuba Press, y de Félix Nonne Carcassés, presidente de la Corriente Cívica Cubana, residentes en La Habana. Los llamados periodistas independientes cubanos no pueden trabajar en ningún medio de la isla y lo hacen como corresponsales de medios de prensa en el exilio. Como miembro del patronato de la fundación permanece Elizardo Sánchez, del movimiento de defensa de los derechos humanos y con residencia en la isla.

Según Recarte y el secretario general de la fundación, Guillermo Gortázar, de 45 años y diputado del PP, el desconocimento de la realidad cubana en España es inmenso. Para ellos existe una aproximación excesivamente "ideologizada" que convierte el tema cubano en política interior más que en relaciones internacionales. Recarte, que fue agregado comercial en la Embajada de España entre 1974 y 1978 y asesor del presidente Adolfo Suárez, es autor de un libro sobre la economía cubana. Su experiencia, la percepción del miedo entre la población, le llevaron a dedicarse a apoyar un cambio político en la isla, a la que no ha vuelto porque se le ha negado el visado.

La creación de la fundación suscitó la protesta del Gobierno cubano y Fidel Castro llegó a presentar una queja al Rey. La presencia de Mas Canosa, que representa al sector más conservador del exilio cubano y un grupo de poder en la política interna de EE UU, levantó también la protesta de la izquierda española. Tampoco fue bien vista en un sector de Asuntos Exteriores al considerar que podría interferir en las relaciones entre los dos países, que sufrieron un fuerte deterioro político en el primer año del Gobierno del PR En las últimas semanas, el Gobierno de Aznar ha corregido su agresividad verbal hacia el régimen castrista y ha destacado el incremento de la actividad comercial entre los dos países.

Los miembros de la fundación pretenden que las ayudas materiales para la población se canalicen a través de ONG y que no sea controlado por el Estado cubano.

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