Festejos

Desde el año 1972 vengo regularmente a España, y desde hace seis años lo hago tratando de coincidir con los festejos máspopulares en este bendito país (Feria de Abril en Sevilla, San Isidro, en Madrid, etcétera) por motivos de mi trabajo: filmaciones y grabaciones para mis programas de televisión y radio, como medio de difusión de la cultura española en Argentina. Amo el norte, me fascina el sur y me encanta el centro, pero Madrid es el Madrid de mis amores. Todo esto viene a cuento del porqué de esta carta. Madrid es Madrid, pero también es Olga Ramos, la abanderada del cuplé. Y semana tras semana, en su Casa del Cuplé de la calle de la Palma, Olga y su hija Olga María hacen vibrar al público con su gracia, su finura y el encanto de sus canciones, que nos trae, a los mayores de 65, el recuerdo de grandes nombres de la canción popular española.Pues bien, parece que algunas agencias de viaje que preparan sus tours Madrid nocturno ignoran dónde queda este ya histórico lugar. Hace días, sin ir más lejos, llegó al lugar un nutrido concurrente... casi al finalizar la función, pues el conductor del bus desconocía el lugar... y parece que la guía también. Desde las 23.30, y hasta casi las dos de la madrugada, Olga Ramos no se baja del escenario, a pesar de sus anos, que ella lleva con garbo y alegría. Tengo conocimiento -porque también trabajo en turismo- de que las agencias llevan preferentemente hacia los tablaos flamencos. Me encanta el flamenco y adoro a las folclóricas, pero considero que quien visita Madrid no debe dejar de conocer este lugar, pues allí todo lo que se hace, se dice y se canta es Madrid. Y no digamos cuando Olga ejecuta magistralmente en su violín. De manera que ruego por este intermedio a las agencias de viaje que coloquen la Casa del Cuplé como lugar obligatorio de la visita a esta maravillosa ciudad.

Y la última, y es para el señor alcalde, don José María Álvarez del Manzano, a quien respetuosamente me dirijo para solicitarle, como lo han hecho antes personas, e instituciones, que se nombre a Olga Ramos "hija adoptiva de Madrid". Tiene sus grandes distinciones, pero le falta ésta, la última, para que su consagración quede en la leyenda. Que el excelentísimo Ayuntamiento, por favor, lo haga ahora que desde su casa Olga nos transporta a ese Madrid de antes y que hoy aplaudimos con fervor.-

Presidente del Instituto de Cultura Hispánica de Nogoya.