La mitad de las enfermedades laborales afectan a la piel
Cuando alguien afirma que su trabajo le produce ampollas, lo más probable es que lo diga en sentido figurado, pero también es posible que no exagere ni un ápice; de hecho, la mitad de las enfermedades originadas en el medio laboral afectan a la piel. Son las llamadas dermatosis profesionales, que incluyen acnés, radiodermitis o incluso cáncer, aunque las más frecuentes, el 80%, son las dermatitis de contacto.Luis Conde-Salazar, jefe del servicio de Dermatología Laboral del Instituto Nacional del Trabajo, define las dermatosis profesionales como "todas las enférmedades de la piel, de sus anejos y de las mucosas, que están causadas, condicionadas, mantenidas o empeoradas por el trabajo o por todo lo que exista en el ambiente de trabajo". Conde-Salazar se lamenta de que, aun cuando estas patologías causan lesiones que incapacitan temporal o indefinidamente para la vida laboral, su relevancia pública es escasa, debido a que suelen ser procesos. poco aparatosos que no alteran el ritmo de vida normal: "Son lesiones a veces mínimas, pero en zonas muy claves, como las manos, que impiden trabajar".
Metales como el níquel, el cobalto o el cromo, cementos, plásticos, gomas, resinas, tintes..., varios miles de productos y sustancias, habituales no sólo en muchos trabajos, sino también a veces en nuestro entorno cotidiano (cosméticos, ropa, medicamentos, alimentos, bisutería, jabones), son responsables de daños en la piel. En el peor de los casos se hacen crónicos y otras veces la única cura es abandonar para siempre el medio de ganarse la vida.
Entre los gremios más perjudicados están los obreros de la construcción, peluqueros, trabajadores de fábricas, sanitarios, artistas gráficos, fotógrafos, empleados de hostelería o el servicio doméstico.
La experiencia de Conde-Salazar refleja que donde se producen más problemas de piel es en las empresas pequeñas o familiares, donde, en general, existe menos vigilancia y protección, se trabaja más tiempo, con maquinaria vieja o en mal estado, no existen servicios médicos y se descuida más la higiene. Por contra, Ios problemas son menores en las empresas nucleares de alto riesgo, donde se realiza un control exhaustivo.
Los trabajos de oficina, aunque en principio parezcan limpios y asépticos, también pueden orignar enfermedades en la piel: las nuevas dermatosis profesíonales, tanto aerotransportadas como de baja humedad. Las primeras se deben a pequeñas partículas que están en el medio ambiente, vapores o sustancias muy volátiles, que producen problemas en párpados y cara a determinados trabajadores. sin necesidad de que toquen nada.
Las de baja humedad afectan a quienes trabajan con aire acondicionado, que seca el ambiente, originando, además: cefaleas, cansancio, falta de concentración y problemas visuales, sequedad de la piel, enrojecimiento, picor generalizado y procesos cutáneos incluidos dentro del síndrome del edificio enfermo.
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