Aquí Madrid. ¿Me recibe, Marte?
Tres estaciones de seguimiento y control de objetos espaciales acercan la región al universo
Pocos terrícolas pueden presumir de tantas conexiones con el cielo. Madrid es la única comunidad española que tiene tres estaciones de control y seguimiento de objetos espaciales y sólo otros dos lugares del mundo disponen de antenas suficientemente potentes para recibir y mandar señales a los límites del universo explorado por ingenios humanos. A las 19.08 del próximo 4 de julio (no por casualidad, fiesta de la Independencia estadounidense), el vehículo de la NASA Mars Pathfinder pisará Marte, si ningún avatar lo impide, tras 21 años sin presencia de objeto humano alguno en ese planeta. Pero pese a ese alarde de patriotismo yanqui, los encargados de recibir la primera señal del aterrizaje de la nave serán unos técnicos españoles que trabajan en el pueblo madrileño de Robledo de Chavela. Además, otros dos municipios de la Comunidad tienen estaciones desde donde se mueven satélites artificiales.Estación de Seguimiento y Adquisición de Datos de la NASA. Las maniobras de aterrizaje del Pathfinder se verán en un complejo espacial rodeado de árboles y trinos en Robledo de Chavela, a 60 kilómetros de Madrid. Un reto y un orgullo para los 153 empleados (todos ellos españoles) de la estación dependiente de la NASA a través de un convenio suscrito en 1964 entre, los Gobiernos de EE U U y España. Fue la primera instalación de seguimiento de objetos espaciales que hubo en España (junto a la de Fresnedillas, que se cerró en 1986 y la de Cebreros, Ávila, cedida al INTA en 1981). Pesan los años: las consolas de su sala de control se han quedado antiguas y coexisten con el último grito tecnológico. Pero la veteranía de Robledo no impide que sea una de las escasísimas estaciones en el planeta (junto a Goldstone, en California, y Camberra, en Australia) que dispone de una antena suficientemente grande como para seguir los objetos que el hombre ha lanzado al espacio más lejano. Su director, José Urech, explica que cuentan con seis antenas: la más espectacular, de 70 metros de diámetro, como un edificio de 22 pisos de altura y 3.500 toneladas. Hay dos antenas de 34 metros, otra de 26 y otra de 11. A finales de verano instalarán otra de 34 metros. La NASA eligió Robledo porque está cerca de Madrid, pero suficientemente asilado por montañas no demasiado altas que impiden las interferencias radioeléctricas.
La función de esta base, explica Urech, estriba en recibir las señales que mandan las sondas espaciales, enviar órdenes a éstas para que realicen determinadas operaciones y calcular la distancia a que se encuentra y la velocidad con que se mueven esos objetos. Por ejemplo, el Viajero 2, está a unos 10.000 millones de kilómetros de la Tierra. Pues bien, las antenas de Robledo reciben una señal de 20 vatios de potencia (una bombilla normal tiene 100 vatios) emitida a esa colosal distancia. Eso sí, la señal tarda unas nueve horas en recorrerla, de modo que los controladores mandan una orden, se van a casa y al día siguiente saben si se ha recibido en la sonda espacial. Aquí, pese a que, según dice un empleado del complejo, reciben "hasta el papel higiénico" de Estados Unidos, se denomina a los vehículos por su nombre castellano. "Esto se ha españolizado mucho", dice Pepe Gisbert, un jovial controlador de 61 años.
Estación de Seguimiento de la Agencia Espacial Europea. En esta estación, rodeada de árboles y vecina del castillo que da nombre a Villafranca, trabajan 200 personas, la mitad españoles. Inaugurada en 1976,ahora, explica su director- Valeriano Claros, se dedica fundamentalmente al control y seguimiento del satélite ISO (Observatorio Infrarrojo Es pacial), el cual es portador de cuatro instrumentos refrigerados en helio líquido a temperaturas próximas al cero absoluto (-273 grados centígrados). Esos aparatos sirven para detectar cualquier emisión de calor, de modo que es posible observar objetos astronómicos que ocultan las nubes de polvo que existen en el universo. Una idea de su sensibilidad: podrían detectar el calor emitido por un cubito de hielo a un kilómetro. Para recoger los datos que proporciona el satélite y controlar su navegación alrededor de la Tierra disponen de dos antenas de 15 metros de diámetro, una de 12 y otras 6 más modestas. La órbita del ISO alrededor de la Tierra dura un día astronómico (23 horas y 56 minutos), pero su distancia al suelo varía de sólo 1.000 kilómetros hasta 70.000. Durante las dos horas en que está más cerca de la Tierra, se apagan los instrumentos para evitar daños a causa de los cinturones de radiación de partículas cercanos a la Tierra.
Centro de Control y Seguimiento de Hispasat. La empresa Hispasat (participada principalmente por Retevisión 5, Telefónica, entre otros) posee dos satélites (Hispasat IA y IB) que se controlan desde una finca de 18 hectáreas en Arganda (junto a la N-III). Todas las comunicaciones que utilizan ambos satélites dependen de los 40 empleados que trabajan en este centro, inaugurado en 1992. De ellos, 16 se turnan en tres puestos. Dos reciben los datos referidos a 1.200 parámetros (situación, temperatura ... ) de los dos satélites situados a 36.000 kilómetros de la Tierra sobre el Atlántico. Tienen ocho antenas principales, la mayor, de nueve metros. Esos dos controladores verifican que todo funciona correctamente, corrigen la trayectoria y envían las órdenes de navegación a los satélites. Otro operario, en otra sala de control, verifica que las señales que están subiendo y bajando los clientes de los Hispasat son correctas en cuanto a frecuencia y potencia, fundamentalmente, según explica uno de los ingenieros de Hispasat, José Antonio Gibanel. El año pasado la empresa facturó 10.000 millones (cobran 200.000 pesetas por transmitir una hora de televisión) y este año prevén obtener unos 1.000 millones de beneficio.
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Puertos del oceano exterior
Las comunicaciones madrileñas con objetos situados fuera de la atmósfera cuentan, además, con otras dos instalaciones denominadas telepuertos que se limitan a recibir y transmitir señales de los satélites sin intervenir en sus movimientos.Telefónica atiende descic Buitrago de Lozoya las comunicaciones con 70 países, fundamentalmente del ámbito de los océanos índico y Atlántico. Data de los primeros setenta y allí trabajan 44 personas, básicamente técnicos especializados. Tiene seis grandes antenas y cuatro pequeñas (dos son utilizadas por la agencia Efe para la transmisión de sus noticias).
Es uno de los cinco telepuertos que tiene Telefónica (los otros están en Barcelona, Guadalajara, Sevilla y Las Palmas).
Además de dar cobertura a la transmisión de grandes acontecimientos (como el Mundial de Fútbol de 1982 o los Juegos Olímpicos de 1992) también prestan servicios especiales a empresas para transmisión de información de todo tipo (voz, imagen, telegrafía...).
Retevisión cuenta con una instalación de estas características en en Arganda del Rey, junto al centro de control de Hispasat, en una finca que fue donada por una señora al Ministerio de Fomento en el XIX a cambio de que se celebrasen 23 misas anuales en un pueblo asturiano. Trabajan allí un total de 18 personas para garantizar las retransmisiones fundamentalmente de radio y televisión.
Se inauguró en diciembre de 1995 y según cuenta el director de la estación, Guillermo de Miguel, disponen de cinco antenas de siete metros de diámetro, cuatro más de cuatro metros y medio, y otras cuatro de metro y medio.
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