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La galería Borghese, uno de los grandes museos romanos, despierta de un sueño de 14 años

Concluye la interminable restauración del palacio donde brilla lo mejor de Bernini

Nadie hubiera pensado aquel día de 1984 n que un pedazo de fresco de Giovanni Lanfranco cayó con escándalo, que la galería Borghese que lo alojaba estaba a punto de convertirse en un museo invisible. Pero eso fue lo que ocurrió. La restauración dio paso a un largo sueño, perezoso y burocrático, del que el palacio campestre utilizado por el cardenal Escipión, como pabellón de caza y olimpo cultural donde nació el barroco romano, se despertó solo ayer, tras casi 14 años. Gianlorenzo Bernini y su discípulo Antonio Canova son estrellas claras de este museo recuperado.

En realidad, la invisibilidad de la galería que aloja la colección iniciada por el purpurado sobrino del Papa Pablo V ha sido siempre relativa. Permanecía abierto el piso inferior, donde, junto a las esculturas clásicas atesoradas por el cardenal Borghese, se exhiben las obras de Canova y Bernini. Pero éstas quedaban en un contexto de andamios y parches, sin la iluminación adecuada, sumidas en el caos de grúas y máquinas que rodeaba la villa, para desdoro del parque más bello del centro de Roma, que incorporó la reserva de caza de los Borghese hace ya tiempo.El pasado sábado, cuando el museo restaurado fue mostado a la prensa extranjera, persistían andamios y máquinas en ese primer piso, pero los dirigentes aseguraban que habrían desaparecido para hoy, cuando las puertas fueran abiertas al público. Los imponentes oropeles y pinturas de los techos relucían, como los mármoles pulidos de puertas y suelos, como la fachada del palacio o las fuentes y los jardines cautivos de la obra interminable.

Todas las esculturas barrocas y muchas de las clásicas han sido también restauradas. En un punto del vestido de la célebre Paulina Bonaparte esculpida por Canova, que legó a la posteridad una imagen precisa de la fogosa hermana de Napoleón e infiel esposa de Camilo Borghese, se ha dejado un trozo oscuro para que se vea el estado de suciedad en que se encontraba el mármol.

Retorno a la luz

La otra parte de la colección, los casi 700 cuadros adquiridos de diversos modos, incluso violentos, por el cardenal Escipión y sus herederos del siglo XVIII, llegó a caer en el más total ostracismo, hasta que un valeroso ministro de Cultura, llamado Alberto Ronchey, decidió enfrentarse a a burocracia y devolverlos a la luz en una iglesia desconsagrada, hace de esto unos cinco años. Esta importante pinacoteca romana regresa ahora a su sede originaria, donde ha sido reordenada con criterios que han resultado polémicos, en parte por razones geográficas y en parte a causa del discutible aprovechamiento del espacio disponible.Los seis cuadros de Miche langelo Merisi, llamado Caravaggio, que son las joyas de la colección de la pinacoteca romana, se encuentran en el primer piso, dedicado a la escultura, y esto por razones de tipo práctico. La galería Borghese sólo podrá recibir simultáneamente a 300 visitantes en el piso bajo y a 90 en el segundo nivel, que es donde está instalada la pinacoteca. La colocación de los célebres caravaggio responde simplemente al criterio de facilitar su visión por el mayor número de gente posible.

Pero también han quedado en el primer piso el violinista y un segundo cuadro importante de Dosso Dossi, enfrentados a Apolo y Dafne de Bernini. En el piso superior, Amor sagrado y amor profano de Tiziano, por el que los Rostchild demostraron tanto interés en 1902 que el Estado italiano se precipitó a comprar toda esta colección a los Borghese, preside la sala pequeña dedicada a la pintura veneciana, separada de la de Bassano y el resto de la pintura véneta por otra en la que conviven los emilianos Lanfranco y Domenichino con un extraño como Barocci.

Por otro lado, los lienzos de la Deposición, de Rafael, o el de Venus y amor junto a un panal, de Lucas Cranach, son otros de los cuadros que destacan entre los casi 300 ahora expuestos. Otros 390 se encuentran en el tercer piso, guardados en un depósito que es gestionado con una moderna tecnología japonesa.

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