Los jóvenes culpan a los políticos del crimen por no frenar la ola de violencia
Los jóvenes de Majadahonda llevaban varios meses atemorizados. Cada noche de los fines de semana se repetían agresiones en las calles del pueblo. La Plataforma contra la Violencia de Majadahonda había denunciado la espiral de violencia con varias manifestaciones. Decenas de personas se reunieron ayer frente al Ayuntamiento para condenar el crimen. "Ya hace cuatro años mataron a un chaval magrebí, y ahora esto", se quejaba uno de los jóvenes.Los portavoces juveniles acusaron al alcalde, Ricardo Romero de Tejada, del Partido Popular, de "cerrar los ojos" ante una realidad que denuncian desde diciembre.
"Son agresiones fascistas que sufrimos los jóvenes sin justificación alguna y que el alcalde se empeña en negar. Se lo habíamos dicho mil veces, la policía tenía fichados a los tres jóvenes que han sido detenidos, sabían que eran violentos, pero si no se toman medidas para evitar que actúen de nada sirve conocer quiénes son, y ahora sólo se puede lamentar la muerte de Fernando, porque ya no hay forma de devolverle la vida", señaló Carmen Álvarez, portavoz de la plataforma.
"Nos podía haber pasado a cualquiera de nosotros, porque él no es el primero. El último mes hubo dos agresiones y todos tenemos miedo. Ahora hay mucho nazi en la calle y sólo por respirar van a por ti", añadió José Antonio Cantos, otro de los miembros de la plataforma.
Numerosas denuncias
La asociación Jóvenes contra la Intolerancia recordó ayer que había efectuado numerosas denuncias sobre los graves problemas de violencia urbana que sufre esta localidad. Estaban Ibarra, portavoz de Jóvenes contra la Intolerancia, señaló: "La respuesta del Ayuntamiento ha consistido en trivializar, restando importancia a este tipo de agresiones graves, por lo que nos vamos a dirigir a todos los grupos municipales para que se impulse un programa de prevención". SOS Racismo afirmó: "Los hechos ocurridos en Majadahonda no pueden calificarse como violencia juvenil o urbana, como así quieren hacer creer las autoridades locales, sino como violencia fascista".El alcalde en funciones, Juan Ossorio, replicó a las acusaciones: "Majadahonda está suficientemente vigilada y creemos que esto podría haber ocurrido en cualquier lugar del municipio o en otra localidad". Ossorio reconoció que Majadahonda es una ciudad conflictiva por la cantidad de gente que acude a divertirse los fines de semana.
El Ayuntamiento ha convocado para la próxima semana una reunión urgente de la Junta Local de Seguridad.
El equipo de gobierno del PP abrió en enero una oficina para que los jóvenes denunciasen las agresiones. Nadie la utiliza, dice el consistorio.
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