El Parlamento de la colonia se despide aprobando leyes democratizadoras de dudoso futuro

ENVIADO ESPECIALLos últimos días de Hong Kong como colonia británica se viven de manera muy distinta en dos de sus centros de influencia. En el Parlamento, los diputados se preparaban anoche a dar por cerrada la legislatura no sin antes haber aprobado una serie de medidas, algunas de gran calado, pero con escasa posibilidad de sobrevivir. La Bolsa era escenario de los gritos de júbilo de los operadores ante los buenos resultados de la última jornada. El mercado no se reanudará hasta el próximo día 3, cuando el territorio sea ya de soberanía china.

A las cuatro de la tarde, más de la mitad de los 60 diputados de la Asamblea Legislativa (Legco, en su acrónimo en inglés) seguían debatiendo un paquete de leyes que iban desde temas muy específicos de infraestructura hasta otros de carácter marcadamente político. La actual legislatura debe concluir sus trabajos a las cero horas del próximo 1 de julio, justo cuando se produzca el traspaso de soberanía, pero los diputados concluyeron anoche de hecho una sesión histórica. Una treintena de ellos formará parte del nuevo Parlamento provisional, designado por un comité de notables fieles a Pekín el pasado diciembre, pero entre ellos no figurará ningún miembro del Partido Democrático de Martin Lee, la formación política más numerosa. Lee y sus compañeros amenazan con estropear los fastos de la descolonización -cinco días de fiestas a partir de hoy- y quieren leer una declaración de protesta sobre el nuevo Legco desde el balcón del Parlamento. La presidenta del nuevo órgano, Rita Fan, ha dicho que autorizará a Lee a leer su texto, pero en el interior del hemiciclo.Algo más crecido tras la posición de la UE en favor de elecciones libres e inmediatas en Hong Kong, el Partido Demócrata logró pasar ayer una moción que insta a China a modificar la Constitución de la Región Administrativa Especial a fin de que tanto el jefe del Gobierno como el Parlamento sean elegidos por sufragio universal. El primer ministro fue nombrado por el mismo comité de notables que seleccionó al nuevo Parlamento y tiene un mandato de cinco años.

Más significativa fue la aprobación el jueves de un paquete de medidas laborables, consideradas por el jefe del Ejecutivo, Tung Chee-hwa, como peligrosas para la estabilidad del territorio y amenaza para el propio sistema de economía de libre mercado e indefensión laboral que lo rige. Según la nueva legislación, los sindicatos podrán por vez primera emplear la negociación colectiva para discutir salarios y márgenes de beneficios. Las leyes permitirán a los trabajadores demandar a las empresas que discriminen a los sindicatos. La Asociación de Empresarios no ha tardado en poner el grito en el cielo.

A principios de semana, los parlamentarios aprobaron una enmienda a las leyes de sedición y traición que concede un mayor margen de acción a la disidencia. Toda esta *Vorágine legislativa puede quedar en papel mojado dado que los textos aprobados no son vinculantes, pero el nuevo Legco deberá ir con extremo cuidado para no exacerbar las iras de las fuerzas democráticas.

Entretanto, la última jornada de la Bolsa antes de la devolución fue vivida por los operadores en un clima de gran euforia, porque esperaban que fuera a romperse el récord histórico alcanzado el pasado día 20. Ayer, el índice Hang Seng ganó 63 puntos, para situarse en 15.128,02, ligeramente por debajo de la marca de 15.154,36 establecida hace una semana. La Bolsa reanudará la actividad el próximo miércoles.