La policía descarta que ETA enviara un libro bomba a un empresario burgalés

ETA no fue la organización que el pasado día 12 envió un librobomba al empresario burgalés José Luis Azpitarte, según las investigaciones realizadas hasta ahora por Interior. "Pensamos que hay más de un 80% de probabilidades de que ETA no sea la autora", afirmó un mando policial, que desde el primer momento cifró esta posibilidad en un 50%, debido a ciertos detalles inusuales respecto a los artefactos etarras.La principal hipótesis de la policía y la Guardia Civil se ha visto reforzada por el hecho de que el comunicado de ETA publicado ayer en Egin, hace referencia a varios atentados, pero no hay mención al caso de Burgos. El destinatario del libro-bomba mantiene reiteradamente que jamás ha recibido amenazas de ETA y que nunca le ha exigido el pago del llamado impuesto revolucionario.

Azapitarte, gerente de la empresa Aguas Santolín, recibió en su casa un paquete enviado el día anterior desde la estafeta de Correos de Burgos. Al intentar abrirlo, sospechó de su contenido y avisó a la Guardia Civil, lo que le salvó de resultar gravemente herido.

Los artificieros comprobaron después que se trataba de un ejemplar del Cantar del Mio Cid que escondía un artilugio explosivo fabricado con 30 gramos de cordón detonante (pentrita). La bomba estaba ideada para estallar por alivio de presión, momento en que se cerraría el circuito eléctrico que activaría el detonador. Pero eso no ocurrió, posiblemente por un fallo técnico.

La policía ha estudiado este artefacto con otros anteriores atribuidos a ETA y ha encontrado alguna similitud con uno recibido por un guardia civil en el País vasco, pero también notables diferencias (por ejemplo, el paquete-bomba no llevaba remite y, además, la pila era más grande que las que usa ETA).

Los investigadores barajan, por el momento como hipótesis, que el autor del paquete de Burgos sea un fanático enloquecido. Recuerdan que el atentado con bomba sufrido el año pasado por un concesionario de coches de Catalayud (Zaragoza) tampoco fue obra de ETA y que aún hoy tampoco se sabe quién lo hizo.