Axzalluz acusa a Mayor de cometer una "inmoralidad" con los presos de ETA

El presidente del Partido Nacionalista Vasco, Xabier Arzalluz, se mostró ayer enfadado con el ministro de Interior, Jaime Mayor, hasta el punto de pedirle "un examen de conciencia" para que corrija la "inmoralidad que está cometiendo con los presos de ETA".Durante la inauguración de una sede social en el barrio bilbaíno de Arangoiti, Arzalluz dijo que su partido está dispuesto a denunciar ante el tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo la política penitenciaria del Gobierno. A pesar de todo, adelantó que el PNV va a seguir adelante en su alianza con los populares.

El PP se ha quedado todavía más solo en la defensa de un tratamiento individualizado de los presos de ETA. El apoyo explícito de todos los partidos, salvo el PP, a la manifestación del sábado en San Sebastián por el acercamiento de los reclusos a Euskadi ha generado una situación de aislamiento de los populares en el panorama político vasco, y deja la postura del ministro en una opción sin respaldo.

El enfado del presidente del PNV llegó al extremo de preguntarse: "¿Qué puedo hacer yo? Cada vez que hablo con el ministro le digo lo mismo, pero sigue enrocado en la dispersión". En su opinión, los responsables de la política penitenciaria están actuando no sólo en contra de la ley, sino que cometen "una inmoralidad", ya que en la cárcel "hasta los violentos tienen derechos".

En un artículo publicado ayer en varios periódicos vascos, el ministro insiste en que "un reagrupamiento supondría someter a los internos de ETA más reflexivos a la dominación de los más fanáticos". Mayor argumenta: "La actual política no supone la renuncia al acercamiento individualizado al medio social de origen, siempre y cuando concurran en estos internos las variables exigidas en cualquier planteamiento normalizado de intervención penitenciaria".

Tras negar "la acusación de inmovilismo que se hace a la política gubernamental desde algunos sectores políticos del País Vasco", Mayor expresa su convencimiento pleno de que se favorece más a la reinserción desde un acercamiento selectivo que desde un reagrupamiento globalizado".

Aunque Arzalluz apuntó la posibilidad de que la política penitenciaria pueda producir una quiebra de las buenas relaciones entre el PNV y el PP, dejó claro que de momento seguirá apoyando al Gobierno.