Guerra denuncia una "conspiración" de seis 'barones'

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, declaró ayer que el debate sobre su continuidad o no en el cargo es fruto de una "conspiración" en la que han intervenido "seis" dirigentes territoriales "sin peso" en la militancia más el secretario de Organización, Cipriá Ciscar, a quien tacha de "no democrático" y cuya renovación reclama. Esos comentarios tuvieron inmediata respuesta por parte de Ciscar, quien criticó a Guerra destacando que hay diferencias entre quienes demuestran su disponibilidad para seguir en la ejecutiva del partido, y luchan por los cargos, y quienes están disponibles para no estar, como es el caso de Felipe González.Guerra explicó en el programa Los - desayunos de RNE que "se ha escamoteado" el debate del proceso congresual, pues tras aprobarse los textos oficiales y las enmiendas, se monta una reunión de "un trozo de la dirección" y se dice que la vicesecretaría general debe desaparecer. "Son seis, sin peso, y la mayoría de los que se reúnen no votan en el congreso. Eso no es democracia, es conspiración".

El vicesecretario general añadió que "si hubiera que decidir algo sería renovar la Secretaría de Organización, que está utilizando procedimientos no democráticos, y eso lo sabe toda la organización". En ese contexto, teme que se esté preparando el relevo del secretario general, y en tal proceso él estorba: "Yo no tengo ambición. Soy una persona modesta y nunca he tenido apetencia de ser número uno, pero los otros sí".

Guerra añadió: "Yo he sido siempre para la derecha un cierto obstáculo; ahora parece que también lo soy para algunos de esos que llaman barones, porque tienen otra perspectiva del partido que yo no comparto".Respecto al debate sobre la posible desaparición de 'O' de Obrero de las siglas del PSOE, insiste que en la ejecutiva federal se planteó la posibilidad de dejar el nombre en Partido Socialista, " y no fue una broma". La discusión, dice, duró "menos de dos minutos" y él se opuso.

Por su parte, Ciscar declaraba en la Cadena SER que si el debate previo al congreso se ha centrado, al menos en la prensa, en si Guerra sigue o no como vicesecretario general, se debe a que "va a haber cambios y renovación importantes, así como movimientos de resistencia a esos cambios". Ciscar considera que el PSOE está "ante una nueva etapa y hay quien impulsa los cambios, quien los acepta y quien se resiste".

Respecto a que Guerra haya dicho que aun no estando en la próxima ejecutiva tendrá una actuación importante en el posfelipisino, Ciscar señaló que "es una opinión respetable, pero que no se ajusta a la' realidad, porque eso no lo va a decidir un pequeño sanedrín, sino que dependerá de la opinión de todo el partido".

Ciscar dijo desconocer si Alfonso Guerra y Felipe González se han reunido en privado, añadiendo que si el vicesecretario necesitara ese encuentro lo habría planteado. Negó la afirmación de Guerra de que ha estado 30 años dando la cara por el secretario general: "Guerra tiene la misma cara que tenía antes, como todos, y González ha dado siempre la suya propia y la sigue dando".

Además, Ciscar consideró que Guerra se ha equivocado al manifestar que el periodo precongresual ha sido poco democrático, y argumentó que, en contra de los que organizó él, en esta ocasión "los secretarios regionales han discutido frente a frente en la sede del partido".