"Mandantes"

La derecha (esta derecha) es así. En estos tiempos llegan al poder por el voto, no por el convencimiento democrático sino porque hoy día no se estila alzar generales. Pero llegan con el aire de quien toma posesión de una finca: ellos son los que mandan en la que consideran su casa. Y no creen que deban someterse a ciertas normas que algunos ingenuos llamamos "de procedimiento democrático". No se sienten mandatarios (depositarios de un mandato), sino mandantes. Se creen asistidos por un derecho a poner y quitar personas como si fueran muebles: a su antojo; a decidir cuál es el "interés general"; a ayudar a sus amigos a hacer buenos negocios; a designar a los administradores de "su casa" (a la que los mismos ingenuos llamamos país, nación o Estado) con la sola e imprescindible condición de que comulguen con sus directivas; a mentir o amenazar, si hace falta; a hacer público lo que debe ser privado y a privatizar lo que debe ser público. Y a quien ose criticarlos, si no pueden mofarse de él o amordazarlo, le responden: pues los de antes, también.Y he aquí las dos claves del engaño, de la estafa electoral: se anunciaron como centro y son de derechas; vinieron a sanear la Administración, el Gobierno, de todos los males instalados por el demonio rojo, y en realidad no hacen sino perfeccionarlo para su provecho. ¿Y por qué iban a ser las cosas de otra manera? La derecha (esta derecha) es (siempre ha sido) así.-