Desacuerdos entre los líderes de la UE retrasan la reforma de Maastricht

La reforma del Tratado de Maastricht fracasó la pasada medianoche. Los líderes de la Unión Europea (UE) aplazaron en Amsterdam lo esencial, los cambios institucionales necesarios para ampliar la Unión. Decidieron que habrá un comisario por cada país, en el momento de la ampliación al Este, y que en ese momento se resolverá el tema más polémico del nuevo Tratado: el reparto del poder en el Consejo de Ministros. El presidente. del Gobierno español, José María Aznar, insatisfecho, reabrió el acuerdo.

A las 2.45 de hoy se redactaba un texto que reconocía la necesidad de compensar a España en igual medida que a los países grandes por la pérdida de uno de sus dos comisarlos. A instancias del canciller alemán, Helmut Kohl, los Quince aplazaron la decisión sobre el número de votos de cada Estado miembro hasta el momento, indeterminado, de la ampliación. La reducción a un comisario y el nuevo sistema de votos en el Consejo servirá sólo para una ampliación que abarque entre dos y seis nuevos socios. A partir de 21 miembros se replanteará todo de nuevo. Pero esta solución desagradó a España. Aznar advirtió que bloquearía. Al fin, acordó con Kohl y Tony Blair un nuevo párrafo en el que se reconocía el derecho de España a ser recompensada por la pérdida de uno de sus dos comisarios. Al fiasco institucional se le unió la rebaja general de la ambición reformista en Política Exterior y los asuntos de Justicia e Interior.El Gobierno español sufrió un duro revés en su pretensión de limitar el derecho de asilo entre los países comunitarios. Todo Gobierno podrá concederlo. Sólo tendrá que "informar" al resto de que lo tramita.