El conflictivo poblado de 'Los Pitufos' se amplia para acoger 49 familias más
Los Pitufos crecen. El poblado gitano de realojamiento de Vallecas Villa conocido con ese nombre albergará en julio a 137 familias, 49 más de las que viven ahora. El Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada inició hace seis meses la ampliación de este conflictivo asentamiento, uno de los puntos de venta de droga sometidos desde hace una semana al cerco policial. En julio está previsto trasladar a las nuevas casas de hormigón a chabolistas de Los Focos (San Blas), donde sus chamizos frenan una urbanización.
La ampliación de este asentamiento de La Rosilla, conocido como Los Pitufos por sus casas de colores, es una de las previstas por el Consorcio para concluir con el realojamiento de las 484 familias chabolistas pendientes del piso prometido en 1986.Las obras, ejecutadas por la empresa Imasa, han costado 315 millones de pesetas a las arcas municipales y está previsto que Finalicen este mes. En julio se mudarán a esta barriada, situada en un descampado de la antigua carretera de Villaverde a Vallecas, junto al polígono industrial y la imprenta del cupón de la Once, 49 familias de Los Focos.
El asentamiento de La Rosilla se creó en 1992 y en él fueron realojados 452 habitantes, casi todos gitanos, de los chamizos de Pies Negros (Puente de Vallecas), Altamira (Villaverde) y Los Focos. Desde su construcción, este núcleo es un importante punto de venta de droga. Algo nada nuevo, ya que una parte de las familias realojadas en él trapicheaba en sus barrios de origen, como las del poblado Ries Negros.
Este comercio ilegal tiene su precio: entre sus habitantes hay 51 toxicómanos. Desde que hace meses fuera desmantelado el asentamiento de la avenida de Guadalajara (San Blas), otro importante centro de venta (le droga, los toxicómanos han acudido a este núcleo y a otros como La Celsa (Puente de Vallecas) y Jauja (Latina) y este de la Rosilla.
Más del 80% de los niños entre los 6 y los 16 años están matriculados en escuelas de Vallecas Villa, pero de ellos sólo el 74% acude a clase con regularidad. El absentismo es fuerte sobre todo entre los mayores de 10 años. En este núcleo, como en otros del Consorcio, funciona un grupo de trabajo social con una escuela infantil. En el barrio predominan las familias de cinco miembros y el 77% de los vecinos tiene menos de 30 años.
El director del área de Vivienda del Consorcio, Joaquín Gómez, explica que la ampliación de La Rosilla es básica para lograr el objetivo de desmantelar para este verano todo el asentamiento chabolista de Los Focos, repartido entre los distritos de San Blas y Vicálvaro. En este momento quedan en Los Focos 83 familias en favelas incluidas en el censo de 1986 y, por tanto, con derecho a realojamiento salvo que se demuestre que poseen bienes (algo complicado ya que quienes los tienen los mantienen ocultos). Asimismo, hay menos de medio centenar de ilegales, es decir, sin derecho a realojamiento.
El núcleo chabolista de Los Focos, con una década de existencia en los aledaños de la avenida de Guadalajara, debe desaparecer porque obstaculiza la operación urbanística de Las Rosas, formada por 10.000 viviendas y un hipermercado.
La ampliación de Los Pitufos no será la única. Ya el año pasado se levantaron nuevos prefabricados en el asentamiento del Cañaveral, en Vicálvaro. Y está previsto también añadir 72 nuevas casetas en el poblado de La Mimbrera, un páramo aislado de todo y con malos accesos junto al aeródromo de Cuatro Vientos y donde ya viven 33 familias.
Esta parte de la política de realojamientos consistente en rodear la ciudad por un cinturón de casas bajas habitadas por familias gitanas ha sido criticada en numerosas ocasiones tanto por entidades sociales y políticas, ya que la mayoría de los asentamientos acaban convirtiéndose en guetos de droga y marginación. Como muestra, además de La Celsa, Jauja y Los Pitufos, están el Cerro de las Liebres y La Quinta, en Fuencarral. Todos ellos, sobre todo los del sur, están sometidos al cerco policial.
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