Trece heridos en los choques entre los trabajadores de Astander y la policía
Dos heridos graves y 11 leves, entre trabajadores y policías, es el resultado de los enfrentamientos registrados ayer en Santander entre la policía y la Guardia Civil y unos 200 trabajadores de Astilleros de Santander (Astander) que protestaban contra la limitación de las actividades de su empresa decidida por Bruselas. Los heridos fueron atendidos en el hospital de Valdecilla y, salvo los dos graves, dados de alta.
Uno de los heridos de consideración sufre neumotórax y otro pérdida de sustancia en un pie. Ambos son trabajadores, aunque ayer no se facilitó su identidad. Durante los incidentes se produjeron seis detenciones. Los trabajadores de Astander intentaron impedir el atraque del ferry Val de Loire, procedente de Plymouth (Reino Unido), con 1.025 pasajeros.La empresa, de capital público, emplea a unas 430 personas. Los trabajadores temen las consecuencias de la reducción de la actividad de los astilleros a la reparación de buques y exigen el cumplimiento del plan estratégico de competitividad.
Poco después del mediodía varios operarios que vestían trajes de neopreno se arrojaron al canal, de la bahía que el Val de Loire, en la boca del puerto, debía atravesar para llegar a su estación. La inmediata llegada de una embarcación con agentes de la Guardia Civil evitó la formación de una cadena humana en el agua con la que se pretendía impedir la entrada de la motonave de bandera francesa.
En tierra, situados entre el club marítimo y el palacete del puerto, unos 150 obreros de Astander se habían reunido para ser testigos de la operación. La inmediata: intervención de medio centenar de agentes antidisturbios produjo la dispersión de los concentrados.
Los enfrentamientos se sucedieron en la zona portuaria y los jardines de Pereda, con abundante lanzamiento de pelotas de goma y disparos de cartuchos cargados con munición de plástico por la fuerza pública y de piedras por parte de los trabajadores. Un teniente del Cuerpo Nacional de Policía llegó a apuntar con un arma larga a uno de los manifestantes.
Un coche de la policía nacional fue empujado por los trabajadores y arrojado al agua, después de que dos funcionarios lo abandonaran precipitadamente.
Los líderes sindicales testigos del incidente consideran "desproporcionada" la actuación policial, "más propia de tiempos del franquismo que de un Estado democrático", según el secretario general de UGT Cantabria, Luis Ángel Ruiz Cardín.
[El secretario general del Sindicato Unificado de Policía, José Manuel Sánchez, afirmó que los incidentes "se han producido por un error grave en la planificación del servicio policial", del, que responsabilizó a los mandos, que conocían de antemano el conflicto con los trabajadores, informa Europa Press.]
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