Villapalos cuadruplica la oferta de plazas para los universitarios de fuera de la región

Las cinco universidades públicas madrileñas recibirán a más alumnos de fuera de la Comunidad el próximo año. Así lo ha decidido, el consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, que cuadruplicará la oferta de plazas para los estudiantes de otras comunidades autónomas. El pasado curso se ofrecieron un total de 4.671 plazas, y piara el próximo están previstas unas 17.000 matrículas. Esta decisión obedece al acuerdo firmado el pasado martes por el Consejo de Universidades, para determinar el número de plazas por las que se regirá el distrito compartido.

En esta reunión, a la que asistieron representantes de las universidades de toda España, incluido el director general de Universidades, Vicente Ortega, se fijó un mínimo del 5% sobre el total de las plazas ofrecidas en cada una de las carreras para los estudiantes de fuera de la Comunidad madrileña.Como novedad, se estableció que las universidades, previo acuerdo con la Administración pública de la que dependan, podrán destinar un porcentaje o un número de plazas superior al mínimo que marca el Consejo de Universidades.

Con esta licencia en la mano, el consejero Gustavo Villapalos aseguró el viernes que su intención es abrir hasta el 20% o el 25% las puertas de las universidades madrileñas a los alumnos de otras regiones. Y alegó: "Si aceptamos que vengan a estudiar los alumnos con los mejores expedientes de toda España, esto redundará en la mejora del nivel académico de nuestros centros".

El primer paso para ampliar el número de plazas para los alumnos de distrito compartido está dado: unos 17.000 universitarios de fuera de Madrid podrán estudiar a partir del mes de octubre en alguna de las cinco universidades públicas (Complutense, Politécnica, Autónoma, Carlos III y Alcalá de Henares) .

Pero el deseo de Villapalos es aumentar al ciento por ciento la oferta de plazas, y convertir el distrito compartido en un territorio abierto. De manera que los alumnos empadronados en otras regiones que quieran estudiar en Madrid tengan las mismas oportunidades que los estudiantes de la capital.

Todos quieren venir

"Esto sería lo deseable, porque no sé qué tiene Madrid que todo el mundo quiere venir a estudiar aquí. Siempre cubrimos todas las plazas. Pero una cosa tiene que quedar clara para que nadie se escandalice., y es que siempre tendrán prioridad los alumnos de la Comunidad madrileña", aclaró.La medida propuesta por el Consejo de Universidades empieza a favorecer la movilidad de los estudiantes. En 1992 este organismo se negó a la creación de un distrito único en toda España. Villapalos señaló que esta negativa se tomó porque "alegaron que los centros de Cataluña podrían verse saturados por estudiantes de otros lugares, cuando lo cierto es que hay muchos estudiantes catalanes que .quieren ir a otras comunidades autónomas". De entonces data el cupo del 5% de vacantes para alumnos de otras regiones.

En teoría, con el distrito abierto, un alumno empadronado en Cáceres puede matricularse libremente en Madrid si ha obtenido nota para ello. A su vez, los madrileños que quedaran por debajo de la calificación solicitada podrían matricularse en Cáceres si superasen la correspondiente nota pedida allí. Es la igualdad de oportunidades. Pero resulta que lo que cambia son los exámenes de selectividad. El baremo de selección puede ser muy diferente de una región a otra, y también el criterio para determinar la nota mínima de acceso a sus facultades. Para poder recibir a un mayor número de universitarios que quieran estudiar en Madrid, la Consejería de Educación y Cultura pondrá en marcha para el curso 1998-1999 un programa de ayuda a la movilidad. Lo explicó el consejero: "El año próximo no será posible, es muy precipitado, pero para el siguiente queremos que al menos se ayude a cubrir el coste del 50% de las plazas de los universitarios de fuera".

Villapalos hizo cuentas y señaló que un alumno que viene de otra comunidad a estudiar a Madrid paga en concepto de estancia, matrículas y manutención más de un millón de pesetas. "Y estas cantidades son difíciles de soportar para una familia media. Por eso creo que desde la Administración pública tenemos que ayudar y premiar esa movilidad, sobre todo cuando se trata de chicos que tienen unos buenos expedientes. Eso redunda en la calidad de la enseñanza", añadió el consejero.