La ineficacia administrativa centra las quejas ante el Defensor del Pueblo

, La justicia es lenta; las personas discapacitadas carecen de oportunidades y condiciones de vida adecuadas; la burocracia y tramitación administrativa provocan el descontento entre los españoles. Éstas son algunas de las quejas que recoge el último informe del defensor del pueblo, Fernando Álvarez de Miranda, pero los problemas -retrasos, discriminación e ineficiencia son extensivos a otros ámbitos.

La Administración de Justicia destaca por sus retrasos. Desde la entrada de un recurso en la Sala Civil del Tribunal Supremo hasta que se resuelve pueden transcurrir como mínimo tres años. Así lo indica una de las quejas cursadas al Defensor del Pueblo, que critica "las dilaciones injustificadas en procedimientos judiciales". La jurisdicción contencioso-administrativa es la peor considerada: aúnales de 1995 la Sala Tercera del Tribunal Supremo tenía pendientes de resolver 25.733 recursos. Las demoras en el tiempo también afectan a los recursos contra sanciones de tráfico -300.000 acumuladas en los últimos años-, ala convalidación y homologación de expedientes académicos extranjeros, a abonos de becas y ayudas al estudio y a la incorporación de objetores de conciencia para la prestación social sustitutoria.Un número considerable de oficinas de empleo no emprende acciones específicas en favor de los trabajadores discapacitados. Así lo denuncia el defensor. En la última oferta de empleo público únicamente obtuvieron plaza 55 discapacitados, Lo que representa un 1,1% (4.955 plazas de funcionarios convocadas). El defensor ha sugerido al Parlamento que se. considere la necesidad de que en las ofertes se establezca un cupo "muy superior" al 3% fijado actualmente como mínimo de plazas reservadas a personas con discapacidades.

La discriminación también alcanza a las Fuerzas Armadas. Un joven fue rechazado en el reconocimiento médico al que se sometió en la última convocatoria para cubrir plazas de militar de empleo en la categoría de tropa y marinería profesional, a pesar, de que había cumplido de manera satisfactoria su servicio militar meses atrás. No es un caso aislado. El Ministerio de Defensa ha aceptado estudiarla posibilidad de modificar el cuadro médico de exclusiones. Otro problema que se le plantea a este cuerpo es la discriminación de mujeres. En la última convocatoria de pruebas selectivas para el acceso a la condición de militar de empleo en la categoría de oficial de la Armada no se dieron los cupos habituales, lo que supuso una clara desventaja para las aspirantes de sexo femenino.

Pero la discriminación positiva también ha sido motivo de queja. Una contestación dada por el Instituto de la Mujer a una consulta telefónica planteada por un hombre ha sido el motivo. Según expresa la queja, el Instituto no le facilitó información porque sólo atiende a las mujeres. La entidad justifica la adopción de tal medida en que el servicio telefónico está específicamente dirigido a las mujeres, y que se trata de una medida de acción positiva basada en el II Plan de Igualdad de las Mujeres.

Las dificultades que a veces acarrea la burocracia administrativa también son motivo de descontento entre los españoles. La gran complejidad de la normativa tributaria y la diversidad de cargas y obligaciones que se imponen a los contribuyentes hacen que ellos mismos desconozcan a menudo algunas de sus obligaciones, denuncia el defensor.