Un enrevesado sistema

Los 2,7 millones de ciudadanos irlandeses con derecho al voto tienen un curioso sistema de preferencias que les permite repartir una suerte de justicia distributiva política. "Sólo he votado por cuatro de los doce candidatos de mi jurisdicción. Mi voto preferencial ha sido para los Verdes, porque necesitan mucho apoyo; luego he votado por el Fianna Fail y los Demócratas Progresistas porque quiero que ganen, y en cuarto lugar a un independiente", dice Martina Gavin, de 32 años. Su papeleta será objeto de un múltiple recuento. El voto preferencial de Martina a los Verdes puede ser excepcional, sin que el candidato de ese partido sea elegido. En ese caso se contará el otorgado al segundo, y en el supuesto de que éste tuviera más votos de los requeridos para ganar, se buscará el tercero. Y así con el cuarto.