El Papa advierte a los polacos sobre el mal uso de la libertad y la democracia
Juan Pablo II comenzó ayer en Wroclaw (suroeste de Polonia) su quinta peregrinación oficial a Polonia con una clara advertencia sobre los peligros que pueden derivarse del mal uso de la libertad y la democracia, recuperadas por sus compatriotas en 1989. El Papa dedicará la mayor parte de la visita a su tierra natal, el sur de Polonia, lo que muchos interpretan como un gesto de despedida de su patria.
El Pontífice pasará un día entero -el próximo jueves- en los montes Tatra, sin celebrar actos oficiales, para volver a disfrutar de los paisajes que conoció en su juventud. Durante los 11 días de la peregrinación en Polonia, el Papa clausurará el Congreso Eucarístico de Wroclaw y elevará a los altares a la reina polaca Eduvigis, fundadora, hace 600 años, de la Facultad de Teología en Cracovia. Cuando el Papa descendió del avión, bajo una lluvia torrencial y una temperatura de apenas seis grados, no besó la tierra, como en viajes anteriores. Visiblemente cansado, el Papa saludó sin excesivo calor al presidente polaco, el ex comunista Aleksandr Kwasniewski.Éste, en cambio, no regateó elogios al Pontífice. Recordó el primer viaje del Papa en 1979, cuando lanzó un llamamiento a cambiar Polonia, bajo un régimen comunista agonizante. "Sin Su Santidad, sin la Iglesia, el cambio no se habría producido", dijo.
Pero Juan Pablo II no le pagó con la misma moneda. Aunque reconoció grandes avances de la democracia y la economía polacas, no dudó en resaltar la existencia de "tensiones que deben solucionarse con el respeto a cada persona, sobre todo a los más débiles e indefensos", frase ésta que es una clara alusión a la ley del aborto aprobada el pasadc, año. Ésta, precisamente, es una de las cuestiones que mantienen enfrentada a la Iglesia con el Estado. Esta ley fue declarada inconstitucional hace escasos días por el Tribunal Constitucional, a meros de cuatro meses de unas elecciones parlamentarias en las que la derecha católica espera recuperar las posiciones perdidas en 1993. Pero el aborto no es lo único que- le duele al Papa. Pese a los esfuerzos de la derecha y de los centristas, Karol Wojtyla llega a un país que sigue sin Concordato con la Santa Sede, bloqueado por la izquierda.
Este conflicto estuvo muy presente en el reciente referéndum para la primera Constitución democrática de Polonia, que fue aprobada por un escaso 53% de los votantes. El 46% votó en contra, siguiendo los llamamientos de la Iglesia católica, insatisfecha porque en la Carta Magna no se hayan plasmado los valores cristianos. [La policía detuvo ayer a una mujer que llevaba una bomba de gases lacrimógenos en Wroclaw, donde el Papa celebrará hoy una misa. La joven portaba dos pases de periodista para acercarse a él, informa France Press.]
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