_
_
_
_
Crítica:MÚSICA - PERAHIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Virtuosismo e intimidad

El neoyorquino Murray Perahia es, desde muy joven, figura importante del pianismo actual. Pertenece a la generación de 1946 (de los nacidos entre 1939 y 1953) como Martha Argerich, Daniel Barenboim, Dino Ciani, Horacio Gutiérrez, Rafael Orozco, Josep Colom, María Joáo Pires, Thiollier, Pollini y Zacharlas. Contaba 20 años escasos cuando tocó en el festival de Marlboro con Pablo Casals poco antes de obtener el premio de Leeds en 1972.Perahia es un virtuoso de gran clase y un músico inteligente, sensible y cultivado. Su versión de la Suite en re menor, de Haendel, con la que inició su actuación, fue excelente y su fidelidad al estilo barroco se manifestó tanto por el pensamiento y el orden constructivo como por una suerte de metaforización del clave hecha desde el piano sin la menor exageración.

Ciclo Ibermúsica / Cajamadrid

M. Perahia, pianista. Obras de Schumann, Mendelssohn y Chopin. Auditorio Nacional, Madrid, 28 de mayo.

Dos grandes románticos alemanes que guardan entre sí no pocas vecindades ocuparon la mayor parte del resto del programa: Schumann y Mendelssohn. Del primero tuvimos la rara vez escuchada Sonata en fa sostenido menor, opus 11; al abordar la gran forma no prescindió Schumann de lo que en su música es sustancia: la libertad expresiva, la fantasía, el intimismo y la palpitación vivaz. Otra sonata-fantasía, escrita en la misma tonalidad de fa sostenido menor y subtitulada Escocesa por Mendelssohn, renovaba la originalidad del programa. De ambas obras hizo Perahia versiones impecables, interiorizadas y de una comedida efusividad.

"Limpias como la luz del sol". De esta manera calificó Schumann las Romanzas sin palabras, de Mendelssohn, vena recóndita que circula por la obra del autor de la Italiana desde 1830 a 1847. En pleno mundo del lied, Mendelssohn lo objetiva en el piano en más de cuarenta pequeñas piedras preciosas. Para cerrar, dos caras de Chopin: la Berceuse y el Scherzo en si menor, amén de una serie de propinas que prolongaron un recital primoroso, hondo y vuelto de espaldas a la espectacularidad.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_