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La Gran Logia Simbólica designa por primera vez a una mujer para el puesto de gran maestra

"La masonería está en proceso de redefinición en toda Europa" no sólo para adecuarse al tiempo presente, sino también como corolario de la propia reflexión, que es intrínseca a esta hermandad iniciática, según Javier Otaola Bajeneta, quien el próximo día 7 será investido- serenísimo gran maestro de la Gran Logia Simbólica de España, una de las dos federaciones masonas que conviven en España.Esta logia, representativa de la tendencia liberal o francesa, clausuró ayer en Gijón el primer Congreso Internacional de la Masonería. Otaola, abogado y funcionario del Gobierno vasco, tiene 41 años y es masón desde hace 18. Una de sus primeras decisiones ha sido designar a Ame lia Melo, como gran maestra ad junta, la primera vez que una mujer asume un puesto de esta relevancia en la masonería española. La otra obediencia masona presente en nuestro país la regular o anglosajona, veta a las mujeres.

Derechos humanos

Otaola, maestro de la Respetable Logia Manuel Iradier de Vitoria, se ha propuesto impulsar el debate sobre cuál ha de ser la configuración de esta "escuela de formación humanística y de perfeccionamiento individual" ante la nueva realidad histórica, abrir la masonería a la sociedad y poner en marcha nuevos proyectos. Entre ellos, reconstituir en el próximo curso (1997-98) la Logia Francoespañola Spartakus, creada en Hendaya (Francia) en 1939 para apoyar y socorrer a los masones republicanos españoles huídos al país vecino tras la guerra civil, y cuya existencia se vio brustamente interrumpida sólo un año más tarde, tras la invasión de Francia por el Tercer Reich.El debate de redefinición que late en el seno de la masonería europea obedece tanto a una adecuación a los nuevos tiempos como a la propia consecuencia de la reflexión permanente que es propia de los talleres masónicos, según Otaola. En su opinión ese "proceso de revisión" obedece en buena medida a un cambio de paradigma en la cultura universal: "En muchos aspectos, la masonería se definía de acuerdo con los principios básicos de la modernidad: la racionalidad, los derechos humanos, el progreso y el desarrollo científico. Pero ahora estamos en la posmodernidad, que no es negación, sino superación de la modernidad, y sabemos que la racionalidad no es suficiente, que los derechos humanos precisan de una vigilancia permanente, y que la ciencia es una verdad que no invalida otras fuentes, de conocimiento, como el pensamiento intuitivo, ético o estético, no alcanzables con los métodos científicos".

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