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En la Bolsa española ayer prácticamente no se respiraba, lo que traducido a términos de contratación supone quedarse en 40.500 millones de pesetas de contratación efectiva, menos de los que negoció Telefónica el pasado viernes. El temor a la reacción de Wall Street ante la decisión que adopte hoy respecto a los tipos de interés la Reserva Federal (banco central de EE UU) ha paralizado a los inversores españoles y vuelve a anteponer lo que sucede en otros mercados a la evolución de la propia economía.Esta falta de confianza de la inversión en las posibilidades del sistema financiero español tuvo un reflejo curioso en el mercado, donde algunos valores baratos consiguieron subidas de casi el 15%. El traslado de las operaciones hacia los chicharras tiene todo el aspecto de un trasvase propio de final de ciclo. Algo que no encaja con las expectativas de descenso de los tipos de interés a medio plazo, siempre que la Bolsa mantenga como objetivo la evolución de la economía española y la lógica llegada de fondos que se producirá ante la caída de rentabilidad de los depósitos y cuentas bancarias.

La festividad en varias plazas europeas privó al mercado de divisas de referencias, pero el dólar mostraba cierta agresividad al cierre de la sesión. Wall Street se desenvolvió también bajo el signo de la cautela y la escasez de negocio, a la espera de la decisión de la Reserva Federal. El Dow Jones cerró en 7.228,88 puntos, con una ganancia de 34,21.