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España bloquea el intento de la UE de aprobar el programa de investigación sin haber negociado el futuro presupuesto

España bloqueó ayer un acuerdo político alcanzado por el resto de los socios europeos para financiar el actual programa de Investigación y Desarrollo (I + D) y, sobre todo, el quinto programa marco, que debe cubrir el periodo 1999-2002. La decisión española tiene un carácter político. El Gobierno no quiere comprometerse a financiar la investigación europea hasta que no tenga garantías de que los países ricos no van a reducir el actual sistema de ayudas estructurales destinadas a los países menos avanzados.La decisión española, que supone bloquear un programa en el que se contemplan inversiones públicas por valor de hasta 17.000 millones de ecus, (2,8 billones de pesetas), provocó ayer las iras de la comisaria de Educación, la francesa Edith Cresson, que la calificó de lamentable y peligrosa".

La Comisión cree que se trata de "una maniobra táctica. que nada tiene que ver con la investigación" y se ha preguntado si el Gobierno español se va a convertir "en un nuevo Reino Unido, dispuesto a bloquear las instituciones para defender sus intereses".

Los ataques de Bruselas no parecen haber hecho mella en la Administración española. España reconoció ayer que es una maniobra táctica, en el sentido de que trata de salvaguardar sus intereses en campos ajenos a la I+D. "Nos han querido meter un gol", señalaron ayer fuentes españolas. Ese gol era el acuerdo alcanzado por el resto de socios para aprobar antes de fin de año un compromiso de los Quince que asegure la financiación del resto del cuarto programa-marco de I + D y del quinto programa.

Pero España no quiere dar su visto bueno a sus aportaciones en este sector sin saber antes cómo evolucinará la negociación de las perspectivas financieras comunitarias para el periodo 1999-2004.Se juega en esa negociación, que no empezará hasta que acabe la reforma del Tratado de Maastricht, el futuro de los fondos estructurales.

Los países más ricos quieren recortar las ayudas a la cohesión, pero están muy interesados en mantener las subvenciones de los Quince a la investigación, de la que sus empresas sacan grandes rendimientos. España liga ambas cuestiones: "Lo que no podemos es dar ahora el sí a un programa que no empieza hasta 1999, sin saber antes qué pasará con la financiación de las ayudas estructurales también a partir de 1999, razonan fuentes españolas.

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