El PP renuncia a separar a los escolares catalanes por el idioma

La renuncia explícita del PP a que los escolares puedan ser separados en escuelas, grupos o clases por razón de su lengua desbloqueó ayer la ponencia del Parlament encargada de elaborar una nueva ley del catalán. En la enésima pirueta con tirabuzón protagonizada por el PP en este debate, el diputado Josep Curto dio ayer por enterrada su propuesta anterior de que cada escuela pudiera escoger el catalán 0 el castellano como lengua de enseñanza, y sólo se abstuvo de apoyar la incorporación del decreto de inmersión lingüística a la futura ley, cosa que fue acordada por los demás grupos de la Cámara.La ponencia aprobó ayer de forma provisional todos los artículos relativos al uso de las lenguas en la enseñanza obligatoria. El acuerdo fue unánime en todos los puntos, excepto en el que incorpora a la futura norma el decreto del Gobierno catalán de 1992 que regula la aplicación de la inmersión lingüística.

El representante del PP en la ponencia, Josep Curto, expresó sus reservas a este punto, que reza así: "El catalán se utilizará normalmente como lengua vehicular y de aprendizaje de la enseñanza obligatoria". No obstante, Curto declinó hacer una propuesta alternativa y tampoco quiso emitir un voto particular contrario a esa medida, que fue acordada por todos los demás grupos parlamentarios.

El diputado conservador argumentó que su partido (que mantiene sus reservas a la aplicación de la inmersión lingüística) considera innecesario incorporar el decreto de inmersión a la nueva ley, ya que la inmersión puede seguir aplicándose del mismo modo que venía haciéndose hasta ahora. La tesis del PP es que mientras la inmersión sólo conste en un decreto, el único responsable de ella será el Gobierno catalán, pero si es incorporada a la ley, los responsables serán los grupos parlamentarios que la aprueben.

En cambio, Curto apoyó ayer con su voto la incorporación a la ley de un punto de un decreto de 1983 que establece que los escolares no serán separados en centros, ni grupos, ni clases diferentes por razón de su lengua habitual.