LE PERSIGUE UN 'MOVIL'

El maestro Claudio Abbado y la Filarmónica de Berlín debían ser la noche del lunes protagonistas absolutos de la reapertura del teatro Massimo de Palermo, tras 23 años cerrado, pero el papel les fue robado por un teléfono móvil que con su sonido estridente dejó estupefacto al director. El telefonino sonó entre el segundo y el tercer movimiento dé la Sinfonía número 1 de Johannes Brahms, primera parte del programa completamente dedicado al músico hamburgués en el centenario de su muerte. Abbado, que estaba alzando los brazos para dar comienzo al tercer movimiento de la sinfonía, los bajó y esperó. Fueron largos minutos de silencio en la platea y de indescriptible desorden en las dos galerías de palcos, donde el público que abarrotaba la flamante sala empezó a entrar y salir como si se tratara del intervalo. No es el primer teléfono móvil que se interpone entre Abbado y el público italiano que tenía auténticos deseos de escuchar al maestro con su orquesta, una de las mejores del mundo. El primer episodio se produjo el pasado día 8 en el Regio de Turín, donde Abbado dirigía a los músicos de Berlín en el Otello de Verdi, en un estreno cargado de expectación por el debú, en el papel del Moro al servicio de la República Veneciana, del tenor argentino José Cura, que fue llamado por el teatro después de que Plácido Domingo cancelara su compromiso.-