Rocambolesco

Telefónica está instalando a sus abonados el servicio de contestador sin previa consulta a los mismos, es decir, si desean o no dicho servicio. Si se llama al 004 para conseguir una dirección a la cual enviar un escrito manifestando la negativa a la instalación del citado servicio, se obtiene, por toda respuesta, que el servicio es gratuito, y que, cuando esté instalado, si el abonado no lo desea, se le facilita una clave para anular el mismo.Ante esta situación, como abonado, me pregunto:

¿Por qué Telefónica no quiere admitir un escrito manifestando la negativa del abonado, antes de instalar el servicio de contestador? Entiendo que será porque no quiere que exista una evidencia al rechazo del citado servicio.

¿Por qué Telefónica instala primero el servicio y a posterior¡ facilita una clave al abonado para que él mismo lo anule? Entiendo que sería más sencillo, elegante y correcto, conocer de antemano quién desea el servicio y quién no, evitando así instalarlo primero y anularlo después.

Pienso que tan rocambolesco proceder debe estar inspirado en la gratuidad del servicio, lo cual parece ser bastante dudoso, pues, según queja en la prensa de algún abonado -Telefónica, pasados tres meses de la instalación, gira una cuota de 116 pesetas mensuales, hecho, creo recordar, que ha comentado también la UCE.-