Agua sólo hasta el 2000
Los nuevos vecinos que alojará la Comunidad de Madrid traerán un problema añadido: la necesidad de darles de beber, y el agua es un recurso escaso en la región madrileña.Cuando se suceden dos años secos se activan todas las alarmas y comienzan las restricciones. La última, que dejó parques y jardines sin regar, ocurrió en 1994.
El canal de Isabel II ha dado la voz de alarma. El aumento de la demanda y de la población en la Comunidad de Madrid puede amenazar el abastecimiento a partir del año 2000. Para resolverlo, el Plan de Estrategia Territorial prevé la construcción de dos nuevas presas en los cauces de los ríos Jarama y Sorbe.
El presidente del Canal de Isabel II, Antonio Beteta, tiene ya el compromiso de la Administración central para pagar estas dos grandes obras de infraestructura hidraúlica. Los dos nuevos embalses llegarán a almacenar hasta 280 hectómetros cúbicos de agua, con lo que Madrid ganaría más de un 30% en capacidad de reserva de agua.
Ahora, Madrid se alimenta de 12 embalses, que pueden reunir en la mejor de las situaciones hasta 880 hectómetros cúbicos. El mayor de todos ellos está situado junto a El Atazar. La red de distribución, que se empezó a construir en 1951, alcanza una longitud de 7.500 kilómetros.
Para garantizar el abastecimiento no sólo será necesario construir dos nuevas presas, la primera antes del 2000, y la segunda antes del 2016, sino que habrá que ampliar la red de distribución hacia aquellos puntos donde se produzcan los nuevos crecimientos residenciales. En el Plan de Estrategia Territorial también se mira con atención al particular almacén subterraneo de que dispone la región. Existen cuatro acuíferos principales que podrían añadir otros 200 hectómetros cúbicos de agua más al año.
Si todo esto resultara insuficiente, los gestores autonómicos proponen incentivar el ahorro de agua e impulsar de una vez la vieja idea de la recuperación para el riego de las aguas residuales.
Un proyecto adjudicado hace tiempo para regar con agua usada los principales parques de la capital sigue empantanado. El plan regional sugiere que las industrias también utilicen agua reciclada.
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