El disparo accidental resulta imposible
Un informe pericial realizado por la Guardia Civil de Huesca y aportado al sumario sobre la muerte de Samuel Ferrer descarta que la pistola del sargento Juan Carlos Miravete pudiera dispararse sola, salvo que estuviera averiada, lo que no se ha acreditado."Debido a las medidas de seguridad que las armas cortas poseen, y en particular este tipo de armas, se considera absolutamente imposible que ningún arma se dispare sin accionar el disparador, salvo avería de la misma", concluye el perito.
Esta afirmación contradice el informe oficial leído el pasado día 23 en el Congreso por el ministro de Defensa, Eduardo Serra: "Posteriormente, volvió a sacar la pistola, la cual se disparó accidentalmente, dice el informe, alcanzando en el pecho al cabo Ferrer".
Pero la prueba policial rebate sobre todo la versión ofrecida al juez por Miravete. Según su declaración, "Ferrer cogió la pistola del cañón y movió la muñeca del declarante. Al declarante se le fue la corredera [del arma] y se disparó". Los testigos dicen que no vieron que Ferrer llegase a tocar la pistola.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.